Miguel Jaimes, hasta siempre

Miguel Jaimes, hasta siempre
La Morada, espacio para el arte como medio para resistir

A Miguel Jaimes García lo sorprendió la muerte el 16 de diciembre de 2019; él, junto con su pareja Luz Angherida Cárdenas Boyasbek, fue organizador del foro cultural La Morada desde hace más de quince años, un lugar pensado para dar espacio a diversas expresiones artísticas en la entidad; casa, también, de muchas personas allegadas a la música, el arte y los movimientos sociales.

Con la muerte de Miguel Jaimes concluyó una etapa para este foro cultural en México, que ya empezó su incursión en diversos lugares de Perú, país de donde es originaria Luz Cárdenas. 

La última edición de La Morada en México –al menos en la casa de los Jaimes-Cárdenas­– se llevó a cabo como un homenaje a Miguel, quien además de organizador y músico, fue actor y gestor cultural. 

En esta edición el micrófono abierto dio espacio a grupos, actores, escritores y poetas: Pedro Sandoval, Alexis Sandoval, Son de Tarima, Umberto Almanza, Alejandro Guido, Diego Garduño, Jaime Yakaman, Maribel Cortés, Salvador Niebla… música y palabras para Miguel a quien se le recuerdó con música, tragos y fiesta.

La historia de La Morada

Las primeras “Moradas” se organizaron con el apoyo de otras personas, la intención siempre fue ser un espacio alternativo tanto para los organizadores como para otros que deseaban presentar proyectos individuales; el inicio se dio en una casa en la colonia Pilares, luego, la sede se desplazó a otros lados hasta asentarse en la calle Primero de mayo número 908.

Este espacio, que fue conformándose y formando parte del contexto cultural de Toluca, también se estableció como un sitio para reuniones y organizaciones de movimientos sociales, en el entendido de que el arte –explicó Luz Cárdenas– no sólo sirve para transmitir cuestiones estéticas sino que tiene una función social importante.

La música 

El inicio en la música de Miguel Jaimes y Luz Cárdenas, así como su desarrollo posterior, estuvo siempre determinado por una preocupación social y afín a causas populares; ambos tenían influencia de los movimientos sociales latinoamericanos y de la música surgida en ese contexto.

Corazón caliente, dice Luz, nació antes de que tuviera nombre: ella y él cantaban siempre en privado hasta que una situación les hizo subirse en el escenario, así se mantuvieron hasta ahora. En el haber de este dúo hay tres discos, uno dedicado a Tin Tan, personaje admirado por Miguel y Luz; el último disco es un esfuerzo de diez años, que integra composiciones de Luz y arreglos de Miguel. 

Resistencia cultural

La resistencia cultural para Miguel y Lucy ha sido fundamental; en ese sentido también se ha dado su participación artística; en todos los grupos que fundaron y en los que participaron, Corazón caliente y Los Botes Cantan –en el que Miguel participaba– eran opción para comunicar, para concientizar. 

Miguel Jaimes también tuvo participaciones en cine: El Sheik del Calvario, Diamante, Un año perdido, Corazones de humo, en televisión Libre joven y enel teatro, La pastorela, La oscuridad ya está vieja, ya no espanta a la verdad, Santos en espera de un milagro, El atentado, El lugar donde mueren los mamíferos, A la diestra de Dios padre,  Sin pies ni cabeza, El fandango de los muertos, entre muchas otras.

Luz Cárdenas menciona que tanto el compromiso social como las convicciones son características que siempre trataron de transmitir en sus proyectos, pero además buscaron el cobijo, protección y apoyo a quienes participaban y trabajaban por algo justo.

La semilla de La Morada

La muerte sorpresiva de Miguel no interrumpe la labor cultural y más bien apuntala y apoya lo que viene adelante: la temporada en Perú y la posibilidad de mantener este espacio en México por quien decida tomar la estafeta para hacerlo. 

La semilla de compañerismo y solidaridad de esta pareja se mantendrá en México, como una muestra de lo mucho, mucho, que han sembrado.