Tres de octubre de 2015 es una fecha para la efemérides nacional, rindió protesta el primer gobernador independiente, casi un mes antes el primer diputado federal independiente, lo que quiere decir QUE SI SE PUEDE ganarle a los partidos, a sus estructuras, a su dinero, y a sus esquemas de operación electoral, sin duda estos triunfos permiten generar un método básico para ir arrebatando a los partidos los cargos que no han sabido mantener con resultados.
Los ciudadanos ya no creemos en los partidos, y muchos menos en los clásicos políticos acartonados que solo comunican impunidad y muy alta corrupción, el hartazgo llega a tal nivel que ya no se distinguen a los buenos de los malos, a los corruptos de los honestos, a los transparentes de los opacos, en consecuencia no hay opción que invite al electorado a participar en los procesos electorales, la abstención se incrementa y los resultados cada vez más carecen de legitimidad.
Justo a tiempo para marcar la segunda etapa de la evolución democrática del país, después de la alternancia del 2000, los independientes saltan a la escena y representan una alternativa real para quienes no encuentran oportunidad de participar a través del partidismo, lo podrán hacer en la vía independiente, y en otros escenarios ciudadanos con buena trayectoria harán temblar a los partidos, como bien lo hizo Pedro Kumamoto en Jalisco o Beto Merlo en Puebla, quienes en el caso del primero logro arrebatar un distrito de tradición panista y en el caso del segundo, tiene en jaque al sistema de partidos en su estado al grado que sea han incrementado los requisitos para la participación independiente.
Somos más los ciudadanos, somos más los que queremos ocupar cargos públicos que sirvan a la comunidad y no a los partidos que los postularon, que se promueva intensamente la democracia participativa y dejemos atrás a la democracia electiva, no tengo la menor duda que el Estado de México será permeado intensamente de la participación de los independientes en el 2018 y que el elector tendrá una opción que sea semejante a la de él, muy por encima del acartonado discurso, del tradicional partido, del típico candidato, dando como resultado una conformación de la Legislatura y Ayuntamientos plural y por fin cada vez más ciudadana.
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