Mujeres en la Mira

¿Alguna vez te ha chantajeado tu pareja?, ¿te ha aplicado la “ley del hielo” o te ha prohibido visitar a tus familiares o amigos?, ¿alguna vez ha revisado tus mensajes de celular o correos electrónicos sin tu autorización?, ¿alguna vez te ha hecho sentir como un objeto?… si tus respuestas son sí, entonces lee con […]

¿Alguna vez te ha chantajeado tu pareja?, ¿te ha aplicado la “ley del hielo” o te ha prohibido visitar a tus familiares o amigos?, ¿alguna vez ha revisado tus mensajes de celular o correos electrónicos sin tu autorización?, ¿alguna vez te ha hecho sentir como un objeto?… si tus respuestas son sí, entonces lee con atención estas líneas porque has sido víctima de algún tipo de violencia.

 

La violencia contra las mujeres no solo se manifiesta a través de los golpes, sino también a través de acciones que coaccionan, limitan o restringen la libertad o dignidad de las mujeres; este tipo de prácticas pueden presentarse tanto en el ámbito privado como en el público. Recuerda que la violencia contra las mujeres puede ser física, psicológica, patrimonial, económica, sexual, feminicida o cualquier otra modalidad que dañe la integridad, dignidad o libertad de las mujeres y niñas.

 

El psicoterapeuta español, Luis Bonino Méndez, especialista en Varones, Masculinidad y Relaciones de Género, definió en la década de los noventas a los Micromachismos como “los comportamientos invisibles de violencia y dominación, que casi todos los varones realizan cotidianamente en el ámbito de las relaciones de pareja, como aquellas prácticas o comportamientos que se ejercen sobre la autonomía y la psiquismo de las mujeres”; es decir, una serie de prácticas violentas que los hombres ejercen –de forma cotidiana- sobre las mujeres basándose en una supuesta “superioridad o dominación masculina” con el objetivo de reafirmar su identidad masculina.

 

Los Micromachismos son entendidos como pequeñas tiranías, terrorismo íntimo o violencia blanda que lacera a la pareja, que la tortura, estresa y aísla al tratar de controlar, dominar y dirigir su vida. De acuerdo con la investigación de Bonino, pueden ser coercitivos (o directos), encubiertos (de control oculto o indirecto) y de de crisis.

 

Este tipo de comportamientos violentos afectan la autoestima de las víctimas, modifican sus hábitos y estilo de vida; lo más grave es que muchas veces las mujeres violentadas no se reconocen como tal y entonces, el problema se hace más grande porqué el cansancio emocional, el estrés y el miedo, puede ser contagiado a sus hijos.

 

Puedes encontrar el texto completo de Luis Bonino en internet o bien, escríbeme un correo, con gusto te mandaré el material.

 

Por favor, comparte esta columna con tus amigas y familiares, con tus compañeras de trabajo o compañeras de escuela. Recuerda que la violencia contra las mujeres no es normal y que el machismo, mata.

Espero sus comentarios.

 

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Twitter: @MichelQuiroz