Ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México (Edomex), el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, “El Altiplano”, es una de las prisiones de máxima seguridad en México y ha alojado a algunos de los narcotraficantes más peligrosos y conocidos del país.
Este lunes 11 de noviembre, el exlíder del Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, fue trasladado al Centro Médico Adolfo López Mateos, en Toluca, para un procedimiento quirúrgico de próstata, lo que ha puesto nuevamente los reflectores sobre esta prisión y los capos que han pasado por sus muros.
Rafael Caro Quintero, «El Narco de Narcos»
Conocido como «El Narco de Narcos» y «El Príncipe,» Caro Quintero fundó y lideró el Cártel de Guadalajara en los años 70. Fue responsable del secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena en 1985.
Actualmente, cumple condena en El Altiplano y este lunes lo trasladaron al hospital por problemas de próstata, en un operativo de alta seguridad con la participación de la Sedena y la Guardia Nacional. Esta es su segunda cirugía en menos de dos años. El capo regreso unas horas después al penal del Altiplano.
Eduardo Arellano Félix, «el Doctor» – Cártel de Tijuana
Eduardo Arellano Félix, miembro del Cártel de Tijuana, es parte de un clan familiar que controló las rutas de tráfico en Baja California durante casi dos décadas.
Lo detuvieron en 2008 y extraditado a Estados Unidos, donde cooperó con las autoridades, lo que le permitió regresar a México en 2021. Al regresar, lo ingresaron al penal de El Altiplano, donde enfrenta cargos por delincuencia organizada. Arellano Félix cursó la licenciatura en Medicina, lo que le otorgó su apodo de «el Doctor»
Servando Gómez, «La Tuta» – Los Caballeros Templarios
Exlíder de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana, Servando Gómez, alias «La Tuta,» se encuentra en El Altiplano cumpliendo una condena de 47 años por delitos de delincuencia organizada y narcotráfico, además de una sentencia de 55 años por secuestro. Fue uno de los objetivos prioritarios de la extinta Policía Federal, vinculado a varios actos de violencia en la región de Tierra Caliente, Michoacán.
Gerardo Álvarez, «El Indio» – Cártel de los Beltrán Leyva
Conocido como «El Indio,» a Gerardo Álvarez lo detuvieron en 2010 como operador del Cártel de los Beltrán Leyva. Lo acusaron de controlar el tráfico de drogas y de participar en disputas internas por el poder dentro de la organización. Al igual que otros capos, cumple su sentencia en El Altiplano.
Zhenli Ye Gon
Al empresario de origen chino-mexicano, Zhenli Ye Gon, lo arrestaron en 2007 y extraditaron a México en 2016 tras por narcotráfico y lavado de dinero.
En su residencia se encontraron más de 205 millones de dólares en efectivo. Actualmente, sigue recluido en El Altiplano, esperando sentencia por múltiples cargos graves.
Otros Narcos que han Pasado por El Altiplano
Joaquín «El Chapo» Guzmán – Cártel de Sinaloa
El exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue recapturado en Mazatlán durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, en un operativo que fue presentado como un logro histórico.
Tras su captura, fue recluido en El Altiplano, pero solo 17 meses después logró escapar a través de un túnel, en una fuga que impactó a nivel internacional. Actualmente, cumple condena en una prisión de Estados Unidos.
Ovidio Guzmán – Cártel de Sinaloa
A Ovidio Guzmán, alias «el Ratón», uno de los hijos menores de Joaquín «El Chapo» Guzmán y miembro de la facción conocida como «Los Chapitos» dentro del Cártel de Sinaloa, lo detuvieron el 5 de enero de 2023 en Jesús María, Culiacán, en un operativo de alto perfil. Ese mismo día, lo trasladaron a El Altiplano, donde permaneció por ocho meses antes de su extradición al Centro Correccional Metropolitano de Chicago, en Estados Unidos.
José Antonio Yépez, «el Marro» – Cártel Santa Rosa de Lima
El penal también ha albergado a otros líderes criminales, como José Antonio Yépez Ortiz, alias «El Marro,» líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, a quien trasladaron en julio de este año a una prisión en Durango bajo un intenso operativo de seguridad. Su reubicación, que incluyó el uso de un helicóptero Black Hawk, refleja el nivel de riesgo que implica manejar a este tipo de reclusos de alto perfil.
La presencia de estos narcotraficantes en El Altiplano subraya el papel crítico que este centro penitenciario juega en el combate al crimen organizado en México, proporcionando una ubicación de alta seguridad para mantener a los líderes de cárteles alejados de sus redes de poder y control.
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