“La sobre explotación de la violencia en los medios ha resultado en la deshumanización y falta de empatía; pasar de las noticias del clima, a un asesinato, al último resultado de la Selección Mexicana, se ha normalizado la violencia”, escribió en una carta una Leticia Cueto, familiar de un desaparecido durante la charla abierta con periodistas sobre la cobertura de la desaparición forzada.
“Los medios tienen el poder de destruir a la víctima y también el deber moral y ético de proteger y respetar la dignidad de las personas desaparecidas, se deben reportar los hechos con responsabilidad y ojo crítico, evidenciar las deficiencias de las autoridades.”
El tiempo, el contexto y las circunstancias en México, más de 25 mil desaparecidos en los últimos diez años, ha llevado el trabajo del periodista a explorar un terreno desconocido en inicio pero que con el tiempo ha aprendido a transitar, a propósito de estos hechos se llevó a cabo en Guadalajara la charla abierta con periodistas sobre la cobertura de la desaparición forzada.
Los retos de la cobertura del tema de la desaparición forzada, dijo Marcela Turati -periodista mexicana independiente que trabaja con asuntos relacionados con derechos humanos, desarrollo social, impactos de la narcoviolencia y sus víctimas y fundadora de la Red de Periodistas de a Pie- son prepararse para lograr que el trabajo del periodista no revictimice a la gente, investigar mejor y escuchar las voces de la víctima.
“En la medida que nos ocupemos de seguir los rastros que dejo la persona es posible hacer un mejor periodismo”.
Javier Ozuna -periodista colombiano, premio Simón Bolívar 2017, autor del libro de periodismo investigativo Me hablarás del fuego, los hornos de la infamia (2015) y coautor de Les di la mano, tomaron la piel (2017)- consideró que el primer reto del periodista tiene que ver con la empatía, se debe poner a la altura de lo que se debe contar.
Darwin Franco, periodista independiente, mencionó que la cifra no ayuda a hacer entender por qué la gente desaparece, asimismo dijo se debe hacer el acompañamiento de búsqueda sin estorbar, entendiendo que la labor de búsqueda que hacen los familiares es lo importante.
Existe una responsabilidad del periodista, coincidieron los comunicadores, de investigar y profundizar para presentar los fenómenos no de manera aislada sino desde una perspectiva empática, hace falta también acercarse a otras disciplinas para generar contextos que permitan a partir de preguntas comprender el fenómeno.
El periodista da cuenta de lo invisible, no se trata de volver a contar el crimen sino de contar las huellas de la ausencia.