Hacer el rídiculo es lo suyo
En una reciente reunión con miembros de Coparmex, el alcalde de Metepec, Fernando Flores, quiso lucirse como economista ilustrado frente a la derechita local… y terminó en caída libre. En plena exposición sobre la política económica nacional, mientras comparaba los programas de la 4T con un avioncito de papel mal hecho —metáfora tan torpe como el artefacto mismo—, sentenció con solemnidad: “no ha volvido”, en lugar de “no ha vuelto”. No fue lapsus: no corrigió. Fue convicción supina, la certeza de quien desconoce lo que ignora. Así, entre avioncitos improvisados y gramáticas derribadas, Fernando construye su relato opositor… de sobremesa.
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La ensalada morenista toluqueña
El movimiento de transformación que inició López Obrador y hoy conduce Sheinbaum enfrenta un dilema en la región de Toluca que no debe repetirse en 2027. Los dos distritos federales están en manos de herederos del viejo régimen: Luis Miranda Jr., hijo del operador íntimo de Peña Nieto, y Mónica Álvarez Nemer, prima del exlíder priista Ernesto Nemer. En los locales ocurre igual: el 34 lo ocupa el ex panista Gerardo Pliego; el 2, Ana Yuritzi Leyva, que saltó del PRD al PT; y, recientemente, la plurinominal Paola Jiménez brincó del PRI a Morena para asegurar futuro político. Todo esto fue resultado de dirigencias anteriores que confundieron sumar cuadros con construir identidad. Si la transformación quiere consolidarse, debe corregir el rumbo: blindar la representación auténtica y evitar que la narrativa de cambio sea administrada por beneficiarios del pasado. 2027 será la prueba de fuego.
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Seguridad: números que pesan
El desempeño del secretario de Seguridad, Cristóbal Castañeda, merece análisis más allá del aplauso fácil. Los datos duros lo colocan como el responsable del área que ha entregado los mejores resultados en dos décadas: reducción sostenida de homicidios dolosos, contención de delitos de alto impacto y coordinación eficaz con fuerzas federales. Sí, los números dicen que la seguridad está en buenas manos. Pero esto no es un punto de llegada, sino un punto de partida. La transformación necesita convertir estos avances en política de Estado, blindarlos frente a inercias y resistencias internas, y evitar que se diluyan con cambios de administración o cuotas partidistas. El reto de Castañeda es sostener los datos… y construir un relato que la gente sienta suyo.
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La santísima Trinidad…
La que prácticamente se ha desvanecido de la escena pública es la oficial mayor, Trinidad Franco. Y ya se sabe: ante la falta de información, florece el rumor. Los pasillos murmuran, los expertos en cosas sin importancia ejercen su especialidad, y las apuestas van en aumento: que si cambio de adscripción, que si relevo inminente, que si ascenso calculado. Hay quien jura que Trinidad será pronto secretaria del gabinete, y lo dice con la convicción de quien no sabe nada… pero quiere creerlo todo. El silencio en torno a su figura alimenta el misterio, y en política, la ausencia también comunica: a veces más que cualquier declaración.
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Óscar y el tamaño del dilema
Óscar Flores, secretario de Finanzas, mantiene vivo el legítimo anhelo de algún día ser gobernador de su natal Tlaxcala. Y 2027 parece un año hecho a medida: la elección será concurrente, su cargo actual lo coloca en la vitrina y su partido, Morena, aventaja tres a uno a cualquier competidor. Todo sugiere que, sea quien sea el candidato, las probabilidades de triunfo son altísimas. Pero hay un problema: los incentivos. El presupuesto anual de Tlaxcala es de 30 mil 900 millones de pesos; el que Óscar administra hoy en el Estado de México asciende a 388 mil millones, casi trece veces más que el de su terruño. Gobernar su estado sería cumplir un sueño íntimo… pero quedarse aquí es administrar un imperio fiscal. No es que no quiera volver, es que a veces los números pesan más que la nostalgia.
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