Toluca, México; 19 de septiembre de 2018. A un año del sismo del 19 de septiembre, el Estado de México aún muestra estragos del movimiento telúrico. Ocuilan, a una hora y media de distancia de la capital mexiquense, es uno de los municipios que poco a poco se ha levantado del escombro. Habitantes afirman que los planteles educativos y las iglesias son los espacios más afectados del municipio.
Salvador Aragón González, director de la secundaria Justo Sierra, afirma que a un año de la desgracia, siguen esperando un edificio que albergue al menos a 100 estudiantes, los cuales hasta el momento siguen recibiendo clases en aulas provisionales.
Profesores y alumnos sufren de las inclemencias del tiempo, pues la temporada de lluvias, inundó los salones de clases, el calor intenso ha obligado a los estudiantes a tomar sus pupitres para recibir clases en el patio. El cascajo aún decora el suelo de lo que fuera la escuela secundaria, jóvenes añoran el momento de volver a su escuela, profesores esperan ansiosos, aún realizan labores administrativas dentro de una carpa.
Con tristeza los alumnos señalan que fueron reubicados en dos ocasiones, la última en un extremo de la plaza central, en donde se enfrentan a la escasees de agua. Los baños con los que ahora cuentan fueron regalo de los padres de familia, pues el olor de los sanitarios portátiles era insoportable.
Habitantes indican que las iglesias viven su peor momento, el poblado de Santa María se encuentra sumido en la desgracia Poco a poco las mantas y las sillas habilitan de manera escueta un pedacito de fe. Ocuilan sigue esperando, sus casitas de teja blanqueada decoran un nuevo municipio en la entidad. Un municipio que aún año de la desgracia espera edificar su espíritu en las nuevas construcciones.
