Durante las olas de calor, es común que aumenten las enfermedades gastrointestinales debido al incremento de la temperatura. Estos padecimientos son provocados principalmente por bacterias, virus o parásitos como la salmonella, E. coli y las amibas.
Estos microorganismos ingresan al cuerpo a través de alimentos o agua contaminada, y tienden a proliferar a temperaturas superiores a los 30 grados Celsius. La falta de lavado de manos, una refrigeración inadecuada, la exposición a altas temperaturas u otros hábitos higiénicos inapropiados durante la manipulación de alimentos pueden contribuir a la contaminación de los mismos.
Algunos síntomas de las enfermedades gastrointestinales incluyen fiebre, dolor estomacal o abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento y fatiga. Es crucial atender estos síntomas de manera inmediata para prevenir complicaciones como la deshidratación.
Las enfermedades más comunes incluyen la gastroenteritis aguda y las intoxicaciones alimentarias, aunque existen otras que pueden relacionarse con estas.
Para prevenir estas enfermedades, se recomienda seguir medidas de precaución:
- Tener higiene en la preparación de los alimentos
- Evitar comer en lugares ambulantes o con condiciones insalubres
- Lavarse muy bien las manos, antes de comer y después de ir al baño
- Tomar agua hervida, clorada o bien, embotellada
- Lavar y desinfectar frutas y verduras
- Freír o cocer muy bien los alimentos, sobre todo, carnes, pescados y mariscos
- Refrigerar los alimentos para evitar su descomposición
- No consumir alimentos caducados
- Lavar bien los utensilios con los que se preparan los alimentos
- Tomar al menos dos litros de agua diariamente
- Tapar adecuadamente los botes de basura
En caso de presentar síntomas como dolor estomacal, fiebre, diarrea y vómito, se recomienda acudir de inmediato al médico y evitar la automedicación, ya que esta puede empeorar el estado de salud.

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