Sin duda, el senador Ricardo Moreno sería un candidato más competitivo a la alcaldía de Toluca que la diputada Mónica Álvarez Nemer. Ambos tienen el mismo derecho, pero el as bajo la manga de la legisladora es la cuota de género. Es posible que Morena decida postular a una mujer. Hacer la versión matlatzinca de la historia Harfuch-Clara Brugada. Veremos.
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Vaya, vaya. Ahora resulta que el mejor argumento que ha encontrado el saliente director de Comunicación Social del Poder Legislativo del Estado de México para intentar que lo ratifiquen en el cargo es blandir su supuesta amistad con los hijos del presidente López Obrador. A Alfredo Medellín se le vence el contrato en junio del próximo año, y se aferra a la chamba mejor pagada que ha tenido en su vida y en la que sus resultados han sido grises, por no decir mediocres. Un buen número de diputados, quizá la mayoría, no lo quiere más allí, básicamente por su conducta cortesana frente al poderoso en turno.
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En el pecado lleva la penitencia. En buena medida a Raymundo Martínez los problemas se le convierten en conflictos por el pésimo control de daños y manejo de crisis en su comunicación social. Colocó en esa responsabilidad a un coordinador de relaciones públicas que poco sabe del tema. A Alejandro Colón, exsecretario particular del defenestrado Jorge Pérez Zamudio, le ha salido muy caro al Ayuntamiento y le ha costado mucho a su jefe, el alcalde. Dios los hace y ellos se juntan.
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En el PRI Estado de México, las decisiones las toma “Alito” Moreno. Él hará el reparto de plurinominales, nadie más. Él también palomeará la lista de candidatos. Tiene pleno control de los órganos de decisión de ese partido y ejercerá todo su poder. No es Peña, ni Del Mazo o Montiel. Los despojos los administra él y solo él.
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Las historias que se cuentan sobre la aparente devaluación política de Paco Vázquez —hasta hace no mucho una de las personas más cercanas a la gobernadora Delfina— son tristes, lamentables, podría decirse. Paco cometió errores graves que no se lavarán pronto. No está en un retiro estratégico, sino obligado. Regresará, pero estigmatizado. Una pena.