«Palmillas»: el gran tianguis de Toluca

Como cada viernes más de un centenar de locales móviles se reúnen para efectuar sus respectivas ventas en la localidad de Palmillas, a orillas de la carretera rumbo a Atlacomulco, en Toluca Estado de México. El fenómeno inicia desde las 5:00 de la mañana cuando arriban al lugar miles de personas con la finalidad de […]

Como cada viernes más de un centenar de locales móviles se reúnen para efectuar sus respectivas ventas en la localidad de Palmillas, a orillas de la carretera rumbo a Atlacomulco, en Toluca Estado de México.

El fenómeno inicia desde las 5:00 de la mañana cuando arriban al lugar miles de personas con la finalidad de vender sus mercancías, en su mayoría ropa casual.

Son camionetas llenas de artículos para su venta que desde las primeras horas de cada viernes comienzan una caravana afectando el tránsito vehicular, principalmente a los autobuses quienes avanzan lentamente con los primeros usuarios del día.

Es la rutina de cada viernes en el puente de Palmillas, vuelta tradición desde hace casi diez años, cuando los vendedores fueron movidos de la terminal hacia este lugar.

Una vez instalados comienza el movimiento, pues el hecho de colocarse desde las 5:00 horas no es por puro gusto, sino porque una hora después comienzan los “marchantes” a vaciar las carteras y llenar sus automóviles de mercancía.

“Los primeros en llegar son los que también tienen localitos en otros lados y vienen a abastecerse aquí para tener ropa de calidad porque en realidad es lo que vendemos nosotros, pura calidad, por eso la gente sigue viniendo cada viernes”, comentó doña Mercedes que se dedica a vender gorras, mochilas y pantalones, todo en mezclilla.

Conforme va pasando el tiempo, los mercaderes han terminado sus ventas, pues pese a que son más de cien puestos, los vendedores comentan que “existe la necesitad para todo, por eso aquí todo se vende”.

Al mismo tiempo, existe un apoyo entre locales pues lo que no tiene uno lo tiene el otro y es como van mandando a los visitantes al local que pudiera satisfacer sus necesidades de compra.

Y resulta que al ser un mercado extenso y semanal la congestión de basura es un tema difícil de dejar desapercibido, no obstante, a comparación de otras zonas de proveedores, el mercado de Palmillas se considera ordenado y libre de problemas como la basura y animales callejeros (perros).

El orden de este mercado se basa en que cada quien tiene su lugar destinado para vender, por lo que cada quien se hace cargo de mantener limpia su zona y las ventas están organizadas por sectores.

A la entrada lo primero que se encuentran los visitantes, son mochilas, playeras y perfumes, al entrar directamente al mercado, son cientos de puestos de ropa casual para jovenes y niños, posteriormente se encuentran los puestos de zapatos y cinturones.

Casi para llegar al final se encuentran los puestos de comida rápida como tacos de cecina, carnitas, tortas y hasta mariscos.

Finalmente, el mercado de frutas y verduras, esta zona es la más sucia en cuanto a basura, pero también es de las más recurridas.

Desde las 11 de la mañana comienzan a verse puestos vacíos, “se logró el cometido”, vender lo más posible o en algunos casos, venderlo todo, sin embargo, es hasta las 6:00 de la tarde cuando esta zona de folclore con casi 10 años de tradición cierra sus puertas esperando exitosas ventas hasta el próximo viernes.

Es hasta las 12:00 horas cuando se puede notar una mayor congestión vehicular debido a las salidas y horas de comida de muchos de los trabajadores y estudiantes de zonas aledañas a este mercado.

En este lugar se puede ver desde el policía de transito, hasta un payaso en la parada de autobuses poniendo orden entre los camioneros y pasajeros.

“Formen una fila por favor, hay que poner orden para que todos subamos sin problemas, con su boleto en mano para que puedan subir” se escucha al payasito hablando desde una bocina.