La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) atraviesa uno de sus momentos más tensos en años recientes. El paro estudiantil, iniciado en facultades como Humanidades y Artes, se ha instalado como tema principal de debate en asambleas, pasillos y redes sociales. A estas se han sumado unidades académicas como Ingeniería y Medicina, que hasta ahora no habían figurado en movimientos previos.
El peso real de los votos
Según el último informe de la Rectoría, la matrícula para el ciclo 2024-2025 asciende a 98,331 estudiantes. De ellos, apenas 13,321 —aproximadamente el 13.5%— pertenecen a facultades que han emitido algún pronunciamiento formal sobre el paro en la UAEMéx, ya sea votando a favor, rechazándolo o manteniéndose en deliberación, esto según los datos más recientes de cada espacio académico en cuestión.

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En Humanidades, 386 votos a favor del paro frente a 293 en contra representan apenas el 34% de una matrícula total de 1,135 estudiantes; un 40% del alumnado no participó. En Artes, 340 votos a favor (198 en contra) reflejan el 48% de su matrícula (705 estudiantes), pero 24% se abstuvo. Aunque estos resultados bastaron para declarar los paros locales, en términos globales equivalen solo al 0.39% y 0.34% del total universitario. Incluso sumando los 301 votos favorables de Ciencias Políticas —que no alcanzaron para activar un paro—, el número total de votos en favor representa apenas el 1.04% de toda la población estudiantil.
Facultades en deliberación
Otras facultades como Arquitectura y Diseño (2,033 estudiantes), Ingeniería (2,242), Antropología (227), Medicina (2,397), Ciencias Políticas y Sociales (1,281) y Ciencias, El Cerrillo (1,301), se encuentran en procesos de votación, discusión o análisis interno. Este panorama amplía el alcance simbólico del movimiento, aunque mantiene abierta la pregunta sobre su impacto efectivo.


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La representatividad
El paro ha puesto en evidencia carencias institucionales y ha abierto el debate sobre la legitimidad del proceso de elección de la próxima rectora, colocando las demandas estudiantiles en el centro de la conversación pública. Sin embargo, los números muestran una participación limitada frente al universo total. Lo verdaderamente simbólico en este movimiento ha sido la unidad estudiantil, nunca antes vista en ciertos espacios académicos.
¿Qué sigue?
Mientras los paros se mantienen y las tensiones crecen, los estudiantes movilizados solicitan víveres básicos —agua embotellada, alimentos enlatados, candados, lámparas, bolsas de dormir, productos de higiene— para resistir en las facultades tomadas.
Además, se preparan para dos marchas en fechas importantes:
- 6 de mayo, día de la auscultación cualitativa
- 14 de mayo, fecha decisiva de la elección de rectora
Estos días marcarán un punto de inflexión: o la universidad responde a las demandas de su comunidad, o el conflicto podría profundizarse.

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