Paseo Molino: las vicisitudes toluqueñas

La historia de la zona donde se edifica el complejo comercial y residencial «Paseo Molino», que ofrecerá en venta 176 departamentos, distribuidos en 3 torres de 15 niveles, que incluyen 3 estacionamientos subterráneos, ha estado marcada por una mecánica del suelo muy accidentada, grietas, derrumbes y hundimientos; sin olvidar que debajo de la construcción está […]

La historia de la zona donde se edifica el complejo comercial y residencial «Paseo Molino», que ofrecerá en venta 176 departamentos, distribuidos en 3 torres de 15 niveles, que incluyen 3 estacionamientos subterráneos, ha estado marcada por una mecánica del suelo muy accidentada, grietas, derrumbes y hundimientos; sin olvidar que debajo de la construcción está la bóveda del Río Verdiguel, que apenas en febrero pasado tuvo una enorme fractura la cual prácticamente se tragó un estacionamiento y cobró la vida de Sergio González Chaix. La situación podría ser similar en riesgo a lo que sucede en Santa Fe.

El inmueble abandonado por más de 50 años de lo que fue la harinera «El Molino», que se pretende rescatar con el proyecto «Paseo Molino», ésta ubicado sobre la avenida Lerdo de Tejada en su cruce con la calle Andrés Quintana Roo, a un costado del parque Cuauhtémoc mejor conocido como «La Alameda».

Entre los aspectos más relevantes de la construcción está que la fachada de la antigua harinera tendrá que quedar casi intacta a pesar de la moderna construcción que actualmente ocurre dentro del predio, pues fue una de las condiciones impuestas por las autoridades a los inversionistas.

La bóveda del Río Verdiguel es el cauce del drenaje de la ciudad, abarca una distancia total de 65.310 metros. También atraviesa los municipios de Otzolotepec y Temoaya hasta que desemboca en el Río Lerma.

Hasta hoy son desconocidos los permisos de impacto ambiental y de riesgo que podría traer a la zona, una construcción como la plaza Paseo Molino, pues significa que más aguas residuales caerán a la bóveda que ha presentó varios problemas en el año y desde hace tiempo.

No obstante estas situaciones el dictamen aprobado por Cabildo advierte que el centro comercial «Paseo Molino» se realizará, y contará con una zona habitacional y de oficinas, además de tres sótanos que se utilizarán para estacionamientos.

Desde junio del 2014, cuando apenas se anunciaba la construcción del complejo de lujo «Paseo Molino», la fachada de la antigua harinera empezaba a caerse a pedazos, la mañana del viernes 27 una barda de éste edificio ubicada sobre la calle Quintana Roo se desmoronó; el entonces titular de Protección Civil y Bomberos, Jesús Gabriel Flores Tapia, informó que el muro tenía 5 metros de ancho por 10 de alto y la causa del derrumbe fue la humedad provocada por la falta de mantenimiento.

Ese fue de los primeros incidentes en los cuales el predio que albergará las 3 torres de 15 niveles con 176 departamentos, hecho notificado a través de una nota informativa dirigida al entonces Secretario del Ayuntamiento, Braulio Antonio Álvarez Jasso de parte del Coordinador Municipal de Protección Civil, Jesús Gabriel Flores Tapia, advertía que por falta de mantenimiento los materiales que constituían la edificación representaban un riesgo inminente para las personas y vehículos que transitan las calles de Lerdo de Tejada y Andrés Quintana Roo.

El martes 9 de febrero del 2015, tras el colapso de la bóveda del Río Verdiguel provocado por una intensa lluvia murió Sergio Chaix González en su lugar de trabajo, un estacionamiento llamado «Checo», ubicado en las calles Quintana Roo y Ezequiel Enriquez, su cadáver fue localizado 5 días después del incidente, a 20 kilómetros del centro de Toluca, en el cauce del Río Lerma del tramo conocido como Los Chopos en el Llano de la Y, en Temoaya.

En septiembre pasado se repitió la situación, una nueva grieta se abrió sobre avenida Lerdo de Tejada y Quintana Roo, cuando súbitamente apareció una grieta de 75 metros, la cual se sospecha fue generada por otro colapso de la bóveda del Río Verdiguel; sin embargo las autoridades han dejado en claro que la fisura se debe a una fuga, para ser exactos a la ruptura de una tubería vieja. Este hecho obligó en ese entonces y hasta la fecha el cierre parcial del arroyo vehicular en la zona.

Ante esta situación, el organismo de Agua y Saneamiento de Toluca aseguró que la grieta sobre el asfalto fue generada por una fuga de agua en la zona y advirtió que para reparar la fuga y dejar como nueva la cinta asfáltica se necesitarán alrededor de cuatro semanas, lapso que concluyó; sin embargo, el cierre parcial de la calle y, por ende, las obras continúan.