Peña Nieto: la vida política de un mexiquense marcada por la corrupción y violencia

Más de la mitad de su vida ha estado en la mirada pública por su actividad política, también por casos que lo ligan a la corrupción y a la impunidad

Enrique Peña Nieto, expresidente de México y también exgobernador de la entidad mexiquense, cumple 55 años este martes. Más de la mitad de su vida ha estado en la mirada pública por su actividad política, también por casos que lo ligan a la corrupción y a la impunidad. 

Primeros pasos

Originario de Atlacomulco, al norte del Estado de México, Enrique Peña Nieto nació el 20 de julio de 1966. Su padre fue Gilberto Enrique Peña del Mazo —primo de Alfredo Del Mazo González, exgobernador mexiquense y papá del actual mandatario estatal— y su mamá María del Socorro Nieto, dedicada a la docencia.

En 1984, un joven Peña ingresó a la Universidad Panamericana para estudiar derecho. Ese año se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que todavía ejercía la hegemonía política en el Edomex y en la República. Antes de su entrada formal a ese partido, ya había tenido acercamientos a las acciones priistas durante las giras de Jorge Jiménez Cantú, amigo de su familia y en la campaña por la gubernatura mexiquense de su tío Alfredo Del Mazo González (1981).

Casi una década después de su llegada al PRI, en 1993, se desempeñó como tesorero de la campaña a gobernador del Edomex de Emilio Chuayffet Chemor. Tras la victoria de este, Peña Nieto se convirtió en secretario particular de Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico.

Su trayectoria política dentro del PRI adquirio relevancia hasta 1999, cuando colaboró en el gabinete del entonces mandatario del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, un año después llegó a la Secretaría de Administración como su titular.

Para 2003, Peña Nieto pasó a la Legislatura mexiquense como diputado por el Distrito XIII; donde también fue coordinador parlamentario del PRI.

Sin embargo, estos cargos no se consideraron como experiencia suficientes para los puestos que ocupó posteriormente. La BBC refiere que hay críticos que catalogan a Peña como “un personaje de limitada formación política y académica”.

El diario londinense reporta que excompañeros diputados de Peña Nieto y personas que lo conocieron mientras gobernó el Edomex coinciden en que es pragmático “que aprende rápido, escucha todas las opiniones, establece buenas relaciones públicas e incluso apoya proyectos de sus adversarios”, sin que esto signifique que apoye totalmente a sus oponentes.

Peña y su paso como gobernador del Estado de México

Peña Nieto se disputó la gubernatura del Estado de México con los candidatos Rubén Mendoza Ayala —de la alianza conformada por los partidos Acción Nacional y Convergencia— y Yeidckol Polevnsky del Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo; la cual ganó y tomó protesta el 15 de septiembre de ese mismo año en el Teatro Morelos.

El resultado del cómputo final de los votos le dio a Peña 1 millón 801 mil 530, es decir, ganó con 49 por ciento; Rubén Mendoza obtuvo 936 mil 615 votos y Yeidkol Polevnsky 918 mil 347 votos.

Durante su campaña firmó ante un notario público un conjunto de 608 compromisos; de los cuales en 2011 el Partido Acción Nacional denunció que no cumplió con 123 de los 608 que anunció al término de su administración, en septiembre de 2011, de acuerdo con Carmen Aristegui.

Gestión como gobernador

El 15 de septiembre de 2005 Peña Nieto rindió protesta como gobernador del Estado de México en el Teatro México ante el poder legislativo estatal, autoridades y anteriores gobernadores.

Ya como gobernador y en conjunto con el Gobierno Federal y de la Ciudad de México se desarrolló el Tren Suburbano. En lo que respecta al sector salud, se construyeron 196 hospitales y centros médicos en el estado. Además, se duplicó el número de unidades móviles para llevar atención médica a regiones alejadas y vulnerables, de acuerdo con información del Universal Estado de México.

Por otro lado, la situación económica de la entidad al terminar su mandato fue criticada. El Producto Interno Bruto per cápita era de 30%, por debajo de la media nacional por el equivalente a 81.162 pesos.

Lo que respondió a la desigualdad en la distribución de la riqueza en el estado, ya que para 2011 el 43 por ciento de su población vivía en pobreza multidimensional. Esto, según el Coneval, se tradujo en un aumento del número de pobres entre 2008 y 2010 aunque, en contrapartida disminuyeron sus carencias en materia de acceso a los servicios de salud, vivienda y rezago educativo, así como una evolución en el ingreso, vía CNN en Español.

Controversias

Caso San Salvador Atenco: El 3 de mayo de 2006 la fuerza pública intervino en Atenco derivado de un conflicto en Texcoco por la instalación de unos floricultores que devino en un enfrentamiento entre la policía federal, estatal, municipal y los habitantes.

El operativo tenía la instrucción de reprimir a los manifestantes lo que resultó en torturas físicas, psicológicas y sexuales a decenas de personas.

Investigaciones posteriores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hubo detenciones arbitrarias, trato cruel, inhumano y/o degradante. Allanamientos de morada, abuso sexual y violaciones a veintiséis mujeres; así como violación a los derechos de menores de edad.​ Durante los años posteriores, se procesó a veintiún elementos policiacos participantes de los actos, se detalla en investigaciones de la BBC News.

Los escándalos del sexenio presidencial de Peña Nieto

El sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto se caracterizó por altos niveles de corrupción y violaciones a los derechos humanos. De hecho, una investigación realizada por Mexicanos contra la corrupción y la impunidad denominó a la administración como “el sexenio de la corrupción”.

Peña Nieto llegó a la presidencia con 38 por ciento de los votos emitidos en las elecciones del 2012, es decir, más de 19 millones. Esta cifra fue mayor a la de López Obrador solo por 6 puntos porcentuales, que colocaron a AMLO en el segundo sitio.

Desde el inicio de la campaña presidencial, Peña Nieto fue cuestionado por el manejo de su administración en el Estado de México. Un ejemplo de ello es el movimiento #YoSoy132 que estuvo conformado principalmente por jóvenes que se opusieron a su candidatura presidencial. Estudiantes denunciaron y cuestionaron al entonces candidato sobre la represión policiaca en San Salvador Atenco en donde hubo violaciones a los derechos humanos.

La juventud rechazó la postulación de Peña Nieto no solo por los acontecimientos en el Edomex, sino por los crímenes y represión de movimientos sociales a cargo del Partido Revolucionario Institucional que él encabezaba.

Pese a las manifestaciones que intentaron detener su llegada a la presidencia del país, Peña Nieto fue electo. Una vez en el puesto firmó el Pacto por México, que consistió en un acuerdo con el PRI, PAN y PRD. Esto le permitió aprobar una serie de reformas en materia educativa, electoral, fiscal, de competencia económica, de telecomunicaciones y energética durante los primeros años de gestión.

Dos acontecimientos marcaron el rumbo del su periodo presidencial: el primero fue la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014. El segundo, una investigación que reveló la adquisición de una lujosa casa —valuada en más de 35 mil millones de pesos— por la primera dama Angélica Rivera.

Luego de estos acontecimientos, la corrupción se convirtió en una peculiaridad de la administración, según documenta la investigación La corrupción como sello de gobierno. Prueba de ello son las distintas investigaciones que involucraron a Peña Nieto en mal manejo de recursos, desvíos, paraísos fiscales, entre otros.

Corrupción y violencia: las bases del sexenio de Peña Nieto

El caso de Ayotzinapa fue emblemático a nivel internacional por la grave violación a los derechos humanos y por el delito de desaparición forzada. En septiembre de 2014 en el municipio de Guerrero 43 estudiantes rurales de Ayotzinapa fueron desaparecidos por policías municipales de Iguala y militares; sin embargo, otros actores estuvieron involucrados. Distintas investigaciones periodísticas documentaron la presunta participación del crimen organizado que junto al Estado fueron responsables de la desaparición de 43 estudiantes y el asesinato de 5 personas.

Por este acontecimiento miles de jóvenes y organizaciones sociales salieron a manifestarse contra el gobierno presidencial priista. La situación se tensó aún más cuando Jesús Murillo Karam —titular de la entonces Procuraduría General de la República— declaró “verdad histórica” en el caso. Murillo Karam explicó que los estudiantes habían sido confundidos por sicarios, por lo que fueron asesinados y calcinados en el basurero de Colula por el grupo delictivo Guerreros Unidos.

Sin embargo, nunca se detuvo a los responsables y peritajes realizados por organizaciones internacionales contrastaban los resultados de la verdad histórica. El caso quedó impune y se sumó a la lista de masacres perpetradas por el PRI en el país.

Por otro lado, el escándalo de corrupción que provocó el hartazgo de una parte de la sociedad en el país fue resultado de la investigación titulada La Casa Blanca —realizada por el equipo de Aristegui Noticias—. El reportaje documentó que la primera dama, Angélica Rivera, adquirió una lujosa casa valuada en poco más de 35 mil millones de pesos. La casa fue realizada por el Grupo Higa, empresa que obtuvo contratos durante el sexenio de Peña Nieto como gobernador del Edomex.

Los contratos sumaron un total de 8 mil millones de pesos por la construcción de las siguientes obras: el Hospital Regional de Especialidades en Zumpango, la autopista Toluca-Naucalpan, la autopista Toluca-Atlacomulco y el distribuidor vial Naucalpan-Metepec.

En La corrupción como sello de gobierno se explica que: “A partir de ese momento, la corrupción política y sistémica tomó una gran relevancia en la agenda pública y provocó una caída —sostenida— en la aprobación, que ya no fue posible detener durante el resto del gobierno de Peña.”

Lo anterior a pesar de que Angélica Rivera hizo una declaración pública en la que explicaba que la compra de la propiedad, la realizó con las ganancias que obtuvo mientras trabajo en Televisa.

Los escándalos continuaron

Por otro lado, un escándalo más en el sexenio de Peña Nieto fue el caso Odebrecht, una empresa brasileña que firmó licitaciones con políticos de toda América Latina; la empresa pagaba sobornos a los funcionarios que otorgaban licitaciones a Odebrecht. De este modo, Emilio Lozoya, ex director de Pemex, firmó un contrato en 2010 por el que recibió más de 10 millones de dólares repartidos en 7 depósitos durante el sexenio de Peña Nieto.

Investigaciones periodísticas revelaron que la triangulación de recursos con Odebrecht financió la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Cabe destacar que en 2018 el Instituto Nacional Electoral presentó una investigación que evidenciaba el pago ilícito a representantes de campaña, en su mayoría del PRI, en las elecciones del 2012.

A estos acontecimientos se suman la Estafa Maestra, un acto de corrupción que involucró a 11 dependencias, 8 universidades públicas y más de 50 funcionarios. Con ayuda de estos el gobierno federal desvió más de 7.6 mil millones de pesos.

El modus operandi de la estafa consistió en que las 11 dependencias pagaban a las universidades —entre ellas la Universidad Autónoma del Estado de México a cargo de Jorge Olvera— por la prestación de servicios; después, las universidades recibían sobornos para depositar el “pago de servicios” a empresas fantasmas e ilegales. Hasta ahora, solo Rosario Robles ha sido detenida por este caso. Los demás funcionarios involucrados se encuentran libres y continúan trabajando en las dependencias gubernamentales.

A los actos de corrupción se sumaron acontecimientos violentos como el caso de Tlatlaya en donde 21 hombres y una mujer fueron asesinados. Así como el incremento de violencia contra periodistas y defensores de derechos humanos. De acuerdo con el medio Rompeviento TV, Enrique Peña Nieto concluyó su gestión con un índice de desaprobación de 70 por ciento. Ahora, vive fuera de México, su vida privada y política la mantienen la oculta, fuera de los reflectores mediáticos.

La vida política de una mexiquense marcada por la corrupción y violencia