Pero… este año sí bajo de peso

  La noche del 31 de diciembre, mientras se recapitula lo vivido en el 2016 y se planea el año nuevo, por la mente de muchas personas pasarán el tema de la salud: conservarla y procurar sentirse bien, física y emocionalmente, será un propósito casi generalizado. Pero ¿qué dicen los números a este respecto? Resulta […]

 

La noche del 31 de diciembre, mientras se recapitula lo vivido en el 2016 y se planea el año nuevo, por la mente de muchas personas pasarán el tema de la salud: conservarla y procurar sentirse bien, física y emocionalmente, será un propósito casi generalizado. Pero ¿qué dicen los números a este respecto? Resulta que hace una semana se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT) y en ella, a pesar de que se registró que 72.5% de las personas adultas que viven en el país tienen sobrepeso u obesidad, más del 60% de los encuestados consideró que se alimenta saludablemente y que es una persona activa.

Tan contrastantes resultados nos indican varias cosas: primero, que la medición y el pesaje pueden decir una cosa, pero lo que percibe la gente es algo muy distinto. Así que el tema de la salud pasa no sólo por los índices, diagnósticos y medicación, sino también por los aspectos culturales y subjetivos. La ENSANUT confirmó lo que ha venido diciéndose en la última década: que en México hay una tendencia al alza en el sobrepeso y la obesidad en la población de todas las edades. Igualmente se confirmó la prevalencia de enfermedades relacionadas con esos factores (como la diabetes y la hipertensión); pero un dato muy interesante derivado de este ejercicio estadístico es que prácticamente la totalidad de la población (97.5%) piensa que el tener obesidad es problemático, mientras que el 98.4% encuentra que la obesidad en México es un problema muy grave o grave.

Así, pues, resulta que la mayoría de los miles de encuestados se dijo consciente del problema. Pero no sólo eso nos revela la ENSANUT 2016, sino también que una gran parte de la población (cerca del 70%) identifica correctamente los factores relacionados con el desarrollo de la obesidad (falta de actividad física, consumo de alimentos altos en azúcar y grasas, falta de consumo de frutas y verduras), así como sus consecuencias (cerca de un 90% de la población indicó que favorece el desarrollo de diabetes, algunos tipos de cáncer, dificultades para respirar, presión alta, enfermedades del corazón e infartos, así como baja autoestima y depresión). La pregunta salta de inmediato: ¿Por qué, entonces, tenemos ese gran problema de incremento en el sobrepeso y obesidad si la gente sabe qué lo ocasiona y sus consecuencias?

Las respuestas de los encuestados sobre dicha interrogante también son dignas de ponerles mucha atención: más de la mitad de la población señaló la falta de dinero como un obstáculo para comprar frutas y verduras, en tanto que otra gran proporción indicó la falta de tiempo y de conocimiento para preparar alimentos saludables como un obstáculo para mantener una alimentación saludable. Y si hacemos números las cosas suenan más lógicas: Más de 80% de la gente consume a diario o varias veces por semana refrescos (eso explica que no le quede dinero para frutas y verduras). Casi 85% de la población encuestada se siente capaz de realizar a menos 30 minutos de actividad física diariamente, pero reporta que no hay espacios adecuados por su domicilio para hacerlo.

A pesar de estos números, más de uno afirmará con toda convicción que este año que está por iniciar sí bajará de peso. La ENSANUT 2016 nos confirma que en las últimas dos décadas el Estado mexicano dejó al mercado mundial de alimentos la decisión de qué productos se generan y ofertan a la población, factor directamente relacionado con el incremento en el consumo de aquellos productos no recomendables (por ejemplo refrescos, galletas, comida instantánea o las carnes procesadas) y ello ha derivado en un problema grave de salud. El que lo sepamos y estemos enterados de lo que se puede hacer para corregirlo, quiérase o no ya es un avance, falta tomar acción; y, como en todas las cosas generalizadas, lo más adecuado es empezar por uno mismo. Feliz año nuevo.