Toluca, Estado de México; 23 de febrero de 2018. Los precios de los productos pesqueros, durante la temporada de Cuaresma en la capital del Estado de México, rondan, en promedio, los 60 pesos el kilogramo. El salmón es el producto más caro y casi inaccesible para la mayoría de la población, con un costo de hasta 360 pesos por kilo, mientras que los productos más accesibles son la lisa y la mojarra, en 30 pesos el kilo.
El pasado 14 de febrero, con el Miércoles de Ceniza inició la Cuaresma, época que conmemoran los católicos, un periodo previo a la Semana Santa. Pese a que se considera como una buena época para los vendedores de productos del mar, los comerciantes de la ciudad de Toluca y de San Luis Mextepec, en el municipio de Zinacantepec, afirman que por lo menos, hasta el segundo viernes de Cuaresma no registran un incremento considerable en las ventas que se vea reflejado en sus ganancias económicas.
“Hasta ahora no hemos visto un incremento en las ventas. Nosotros hacemos una inversión fuerte para que la gente compre productos de calidad, pero es mínimo lo que se vende hasta ahora. Cada año va bajando considerablemente la venta”, señaló Alan, vendedor del mercado 16 de septiembre.
Por su parte, Enrique Martínez, vendedor de San Luis Mextepec, confió en que conforme avancen los días las ventas incrementen paulatinamente, hasta la Semana Santa, cuando esperan un 80 por ciento más.
Los precios varían dependiendo del tamaño y tipo de producto y, por ejemplo, el filete de huachinango, que es uno de los pescados más vendidos va de los 160 a los 180 pesos. El pescado sierra en 100 pesos el kilogramo; el filete blanco en 130 pesos; el camarón en 200 pesos; la mojarra de 35 a 55 pesos; el llamado “pollito” está en 30 pesos, y la lisa en 25 pesos el kilogramo.
Los comerciantes señalan que entre las ventajas de comprar dicho producto en mercados son la frescura y que es más barato que en centros comerciales.
Las formas de preparación son múltiples y variadas: empanizado, relleno, a la mantequilla, al vapor, empapelado o frito.
Los productos provienen principalmente del Golfo de México y el océano Pacífico, desde entidades como Michoacán, Nayarit, Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.
Los expertos recomiendan a quienes consuman pescado, no sólo en temporada de Cuaresma, sino todo el año, que revisen que el ojo de pescado tenga brillo y claridad, que no tenga mal olor y que las agallas o branquias tengan un color rojo o rosa.