Amnistía Internacional recomienda que la Guardia Nacional debe alejarse de las fuerzas armadas, al considerar que la ley actual no se apega al derecho internacional, a los derechos humanos y en particular, a los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
“El uso de la fuerza y de las armas de fuego debe estar sustentado en los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y rendición de cuentas. La Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza contempla estos principios, pero lo hace de manera inadecuada”, señala AI en el documento “México: Cuando las palabras no bastan”, la Situación de los Derechos Humanos a un año de Gobierno.
Este estudio, analiza las estrategias de seguridad que ha adoptado y aplicado el actual gobierno, así como el aumento en la violencia contra mujeres y los migrantes.
El organismo señala que la ley regula equivocada e insuficientemente el armamento permitido y no establece con claridad que cualquier uso de la fuerza debe ser la última alternativa a la que pueden recurrir los funcionarios encargados, añade.
Las recomendaciones emitidas por Amnistía Internacional incluyen que la Guardia Nacional no tenga ninguna relación administrativa, disciplinaria o que sus miembros estén adscritos al Ejército y terminar el lazo que actualmente tiene la GN con las fuerzas armadas, ya que estas últimas son quienes pagan la nómina de la nueva corporación, todo esto a fin de dar paso a una autonomía que no involucre a las instituciones castrenses con tareas de seguridad pública.