Roberto Cervantes, final de ciclo en el Poder Judicial
El Poder Judicial del Estado de México inicia una etapa de remoción y transformación institucional, y con ello llega a su fin el ciclo de Roberto Cervantes Martínez como Director General de Administración. Nombrado por Ricardo Sodi Cuéllar durante la reorganización de 2020 —y capaz de sobrevivir a su salida—, ahora, con la llegada de Héctor Macedo a la presidencia del Tribunal, su gestión parece tocar fin. Su paso estuvo marcado por contrastes: reconocimientos públicos por generar una cultura institucional destacada, pero también cuestionamientos por contratos millonarios para equipamiento, mobiliario y edificios que encendieron críticas por presunto dispendio. Con Macedo al mando, el mensaje es claro: fin de las inercias y ajuste de cuentas. Prescindir de Cervantes no es solo un movimiento operativo, sino un gesto simbólico que apunta a reconfigurar el rostro del Poder Judicial.
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El OAJ se queda con la caja
La reforma judicial del Edoméx sustituyó al viejo Consejo de la Judicatura y creó el Órgano de Administración Judicial (OAJ), integrado por cinco miembros con mandatos de seis años que controlarán la administración, la carrera judicial y, sobre todo, el presupuesto. En 2025, el Poder Judicial ejercerá más de 6 mil millones de pesos, a los que se suma el Fondo Auxiliar para la Administración de Justicia, otro caudal financiero que exige manejo impecable. El diseño promete profesionalización y transparencia, pero el riesgo es la captura política de un órgano que decide estructura, plazas y gasto. En la comento-cracia local suenan perfiles como el magistrado Hernán Mejía López, cercano a redes políticas influyentes, lo que añade tensión a la integración. Sin embargo, más allá de nombres y equilibrios, lo esencial es lo otro: sin transparencia real, controles efectivos y rendición de cuentas precisa y oportuna, de nada sirven las reformas ni los relevos.
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Gabinete bajo la lupa: tiempo de ajustar y reagruparse
Al acercarse los dos primeros años de gobierno de Delfina Gómez, la evaluación de su gabinete deja de ser un ejercicio retórico para convertirse en una herramienta de gestión. La propia gobernadora lo anticipó tras su Primer Informe: “todo mi gabinete está en constante evaluación y, donde sea necesario, sí habrá ajustes”. Evaluar no puede ser un acto abstracto ni político: debe medirse contra objetivos claros, con indicadores precisos y metas verificables. Los movimientos hechos hasta ahora han probado su eficacia: la llegada de Óscar Flores a Finanzas trajo disciplina presupuestal, y el relevo en Seguridad con Cristóbal Castañeda fortaleció la estrategia operativa en territorios críticos. Los equipos de gobierno no son cargos vitalicios, son encargos sujetos a resultados. Hoy es momento de reagruparse y ajustar, de alinear prioridades con capacidades y de garantizar que cada área sume a la visión de transformación. Gobernar es corregir: hacerlo a tiempo es una muestra de fuerza, no de debilidad.
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Encapuchados y símbolos: cuando la protesta se daña a sí misma
Las imágenes de un puñado de encapuchados golpeando con martillos la cabeza monumental de Adolfo López Mateos en Ciudad Universitaria de la UAEMéx interpelan más de lo que parecen. La escena, lejos de fortalecer al legítimo movimiento estudiantil y sus demandas justificadas, lo erosiona. Porque el problema no es el busto —erigido por el viejo régimen priísta, en el sitio que quizá mereció el Nigromante—, sino el gesto: la violencia anónima sobre un símbolo no dialoga con la historia, la borra. Las luchas universitarias son más sólidas cuando apelan a la razón, la memoria y la dignidad colectiva; son menos creíbles cuando se traducen en actos que parecen improvisación, no proyecto. En un contexto donde el prestigio del movimiento depende de su legitimidad frente a la sociedad, acciones así desgastan más que suman. Defender la universidad implica también proteger su patrimonio simbólico: intervenirlo con inteligencia, no reducirlo a escombros.
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Conversatorio AD: la UAEMéx en el centro del diálogo
Este miércoles 27 de agosto, en punto de las 8:00 p.m., el Conversatorio AD cierra temporada con la participación de la rectora de la UAEMéx, Patricia Zarza. Será un espacio de diálogo abierto, plural y respetuoso, diseñado para reflexionar sobre los retos, oportunidades y horizontes de la universidad pública más importante del Estado de México. La presencia de estudiantes, académicos, trabajadores, egresados y de la ciudadanía interesada será clave para enriquecer la conversación. La UAEMéx atraviesa un momento decisivo: preservar su autonomía, fortalecer la calidad académica y consolidar su papel como motor cultural y social. Este encuentro busca, justamente, escuchar, entender y construir. La universidad es de todos y su futuro también: la cita es en vivo, en las plataformas de AD Noticias.
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