¿Por qué estar hoy con el Arsenal? 

¿Por qué estar con el Arsenal? Por la Fiebre en las Gradas. Uno de los libros más representativos e imprescindibles del futbol fue escrito por un aficionado al Arsenal y dedicado al mismo equipo. Nick Hornby, un escritor inglés influyente de su generación nos demostró en Fiebre en las Gradas que las letras no tendrían […]

¿Por qué estar con el Arsenal? Por la Fiebre en las Gradas.

Uno de los libros más representativos e imprescindibles del futbol fue escrito por un aficionado al Arsenal y dedicado al mismo equipo. Nick Hornby, un escritor inglés influyente de su generación nos demostró en Fiebre en las Gradas que las letras no tendrían que pelearse como los hooligans de los “Gooners” contra los del Tottenham Hotspur.

Hornby inicia su obra, que es autobiográfica, pero encarnada al Arsenal, con la siguiente confesión: “Me enamoré del futbol tal como más adelante me iba a enamorar de las mujeres: de repente, sin explicación, sin hacer ejercicio de mis facultades críticas, sin ponerme a pensar para nada en el dolor y en los sobresaltos que la experiencia traería consigo”.

Cualquier aficionado sabe que el amor a un club es irracional. Los asistentes al teatro pagan su boleto con la tranquilidad de que existe un trabajo previo que garantizará, salvo ciertos errores de ejecución, un producto de calidad, satisfactorio; es muy difícil que un concierto de la peor orquesta sinfónica pueda crear un molestar irreparable. Los aficionados al futbol, especialmente de equipos como el Arsenal saben que el sufrimiento y la incertidumbre es la recompensa. Pague por sufrir.

El futbol es un microcosmos, un sistema que convive con otros más, Nick lo entendió. La pasión por el Arsenal se puede compartir con la asistencia a la universidad, se puede compartir con la pareja, se puede compartir con los hijos, pero nunca con otro equipo ya que “ni los matrimonios son tan rígidos; es imposible cazar por sorpresa a un hincha del Arsenal que se vaya al campo del Tottenham a escondidas para disfrutar de unas caricias y unos arrumacos fuera del lecho conyugal y aunque el divorcio es posible, volver a casarse esta fuera de toda consideración”.

Hoy el Arsenal tiene la oportunidad de volver a ser un equipo como aquellas versiones que rememora Hornby cuando se recuerda a sí mismo. Hoy Arsenal puede ser el amor perdido de glorias pasadas.