Precariedad laboral para bailarines en el Día Internacional de la Danza

Quienes ejercen la danza hacen un sacrificio constante que requiere entrenamiento diario que, en ocasiones, se interrumpe por falta de recursos económicos

La danza es una disciplina artística que requiere mucho esfuerzo, no solo durante la formación sino de manera permanente; cuando a los bailarines y bailarinas se les mira en el escenario no se observa esto y tampoco las condiciones laborales precarias en las que se desarrollan.

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Dos perspectivas: Perla Quintero

Perla Quintero, bailarina y gestora cultural en el Estado de México desde hace varios años, se presenta este Día Internacional de la Danza en la Casa de las Diligencias de la Universidad Autónoma del Estado de México. Ella considera que aunque en últimas fechas ha habido una mayor apertura en términos administrativos o de procuración de espacios, a los y las bailarinas les siguen faltando condiciones laborales óptimas: sueldo digno, seguro médico, etcétera.

Explica que quienes ejercen la danza hacen un sacrificio constante que requiere entrenamiento diario que, en ocasiones, se interrumpe por falta de recursos económicos. Asegura que es uno de los gremios artísticos más olvidados y que es difícil que los gobiernos entiendan que la práctica de la danza es salud, buena alimentación, entrenamiento y cuidado. Ser bailarín implica una disciplina muy férrea.

Montserrat Camacho

Para Montserrat Camacho –licenciada en Danza Clásica por la Academia de la Danza Mexicana del Instituto Nacional de Bellas Artes– formarse en esta profesión no es un obstáculo; sin embargo, sí es difícil ejercer profesionalmente. Montserrat explica que no existen condiciones laborales óptimas para desarrollarse; las instituciones no tienen las plazas suficientes para el número de egresados de estas disciplinas.

Ante la falta de empleos seguros, los egresados conforman compañías independientes que buscan por sus propios medios llevar su trabajo a un escenario; pero esto implica inversión propia, falta de espacios para ensayos, rentas elevadas de los teatros o foros y falta de prestaciones o seguridad social.

Montserrat formó parte de la la primera alineación de la Compañía de Danza del Estado de México. En 2019, ella y otros integrantes de la compañía hicieron una denuncia por presuntas irregularidades perpetrados por la Secretaría de Cultura, ya que la compañía de ballet clásico fue desmantelada en su alineación, sin justificación, e integraron a otros bailarines.

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En su paso por la compañía, Montserrat se presentó en diversos lugares del Estado de México. Sitios alejados en los que no siempre hubo un escenario, pero sí buena recepción del público. Por ello, considera que el “consumo” de la danza no es un problema.

Para resolver la precariedad laboral de los bailarines, Montserrat considera que se requiere, además de mayor presupuesto y apoyo institucional, una mejor gestión. Esta puede darse a partir de convocatorias o acuerdos, en el entendido de que los espacios existen.

Presupuestos

La disminución sistemática de presupuestos para cultura en las distintas entidades es una situación que golpea a los trabajadores del arte. Según la Gaceta de Gobierno del 31 de enero de 2022, el gasto programable para la Secretaría de Cultura y Turismo del Edomex es de 2 mil 596 millones 652 mil 191 pesos.

Elisa Carrillo

En la danza mexicana hay una referencia mexiquense fundamental: Elisa Carrillo. Ella es una mujer texcocana que logró ser primera bailarina de Staatsballett, Berlín, una de las compañías más importantes de Europa y del mundo.

Con su nombre, el gobierno mexiquense creó las denominadas becas Elisa Carrillo, “con la intención de estimular, apoyar y fomentar la danza clásica, neoclásica y contemporánea entre la comunidad del territorio estatal”. Se trata de estímulos económicos para bailarines entre 16 y 24 años, y entre 12 y 14 años, que participan en las categorías, técnica y profesional, respectivamente.

El número de becas con relación al de egresados y egresadas de las disciplinas podría parecer insuficiente. En el Estado de México egresan profesionales de la danza de la UAEMex y las escuelas de Bellas Artes, además de academias privadas.

En la entidad hay 42 establecimientos económicos en el rubro de compañías de danza, tanto públicas como privadas; sin embargo, se debe considerar que en esta clasificación se integran negocios que van de “vals y coreografías” hasta “salas de baile” o “spinning”.