Preocupación a poco del Mundial

El secretario general de la FIFA culminó su última visita a Brasil antes del Mundial con un mensaje optimista, diciendo que en unas cuantas semanas festejará el inicio de un torneo exitoso tomándose una caipiriña con el ministro de Deportes Aldo Rebelo. Pero quedó claro que Jerome Valcke no está del todo contento con lo […]

El secretario general de la FIFA culminó su última visita a Brasil antes del Mundial con un mensaje optimista, diciendo que en unas cuantas semanas festejará el inicio de un torneo exitoso tomándose una caipiriña con el ministro de Deportes Aldo Rebelo.

Pero quedó claro que Jerome Valcke no está del todo contento con lo que vio en el país, donde todavía falta mucho por hacer en muy poco tiempo antes del torneo, que comienza el 12 de junio.

Valcke destacó que hay "un cronograma muy ajustado" para terminar las obras en el estadio de Sao Paulo, que albergará el partido inaugural entre Brasil y Croacia; se quejó porque otras dos sedes que no están listas tienen pocos asientos instalados; y mandó una advertencia a los encargados de organizar las ferias para fanáticos, conocidas como fanfests, que exige la FIFA.

En su conferencia de prensa del viernes que cerró la visita de cuatro días, el funcionario habló mayormente sobre un Mundial exitoso. Sonrió y bromeó con Rebelo, el hombre que hace dos años quería que Valcke fuese sacado de su cargo por decir que Brasil necesitaba una patada en el trasero para acelerar las obras.

Valcke dio indicios claros de que la FIFA tiene motivos para estar preocupada.

"No sueño, sólo me gusta lo que puedo ver", dijo Valcke el día que llegó a Sao Paulo. "Estaré contento el 13 de julio, después de la final".

La FIFA quería que los 12 estadios estuviesen listos a fines del año pasado, pero tres todavía no han sido completados a menos de siete semanas de la inauguración. Sólo hay un evento de prueba programado para el estadio de Sao Paulo, y ni siquiera será a máxima capacidad.

"Sí, Sao Paulo estará listo. A último minuto, pero estará listo", prometió Valcke, con una mezcla de confianza y precaución. "Creo que todos entendemos que no hay más tiempo que perder".

El otro estadio todavía en construcción es la Arena da Baixada en Curitiba, la ciudad que casi fue excluida del torneo este año por los retrasos en la obra. Valcke visitó la ciudad para enterarse que todavía "falta mucho por hacer adentro y afuera" del estadio, incluyendo la instalación de 27.000 asientos.

La falta de asientos también es un problema en la Arena Pantana en Cuiabá, aunque Valcke dijo estar "bien" y "contento" con el progreso en general en esa instalación.

En su inspección de cuatro días, Valcke afirmó que también hay "posibles problemas" con el estadio en la ciudad sureña de Porto Alegre, que está completo, pero donde faltan obras afuera del estadio y en estructuras temporales.

Una de sus visitas fue a la ciudad de Fortaleza, en el noreste, para supervisar la ubicación del fanfest donde los hinchas sin boletos pueden ver los partidos en pantallas gigantes al aire libre. Allí dio una advertencia a las ciudades que han tenido dificultades para organizar estas ferias, y aseguró que "no tienen alternativa" ya que es un requisito de la FIFA que los organizadores aceptaron de antemano.

La advertencia se produjo mientras funcionarios de la ciudad cercana de Recife reiteraron que todavía no saben si organizarán un fanfest.

"Espero que las ciudades que todavía no han terminado sus fanfest estén escuchando lo que estoy diciendo", expresó Valcke.

Valcke también restó importancia a los recientes brotes de violencia urbana en Río de Janeiro, donde esta semana hubo enfrentamientos entre residentes de una favela y la policía tras la muerte de un joven.

(Con información de AP)