La rectora Martha Patricia Zarza Delgado habla con contundencia, pero nada sucede después. Ha denunciado “manos negras” en el paro, prometido voto directo para la comunidad universitaria y ofrecido mejorar el Potrobús. Sin embargo, seis meses después, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) sigue en el mismo punto: el edificio de Rectoría permanece tomado, las elecciones se resuelven con el mismo modelo y el transporte estudiantil continúa igual de limitado.
Los discursos de Zarza se repiten con fuerza institucional, pero se disuelven en la práctica. Cada promesa parece abrir expectativas y cerrar con silencio. Entre declaraciones que buscan mostrar control y una realidad universitaria que no cambia, la UAEMéx vive en una especie de pausa prolongada, donde las palabras pesan más que los hechos.
Ve mano negra en el paro, pero nunca dice quiénes
“Los detractores de la universidad avivan las diferencias con la esperanza de ver un conflicto violento (…) El diálogo y la entrega pacífica de las instalaciones han sido la ruta”, dijo la rectora en una conferencia de prensa el 6 de noviembre
La rectora afirmó que existen actores externos interesados en agudizar el conflicto, pero no ha dado nombres, filiaciones partidistas o estructuras involucradas. Desde el inicio del paro, diversas voces insinuaron que la disputa interna se entrelazaba con intereses políticos más amplios. Sin embargo, la falta de claridad alimenta más sospechas que certezas.
Si la rectora Patricia Zarza sabe quiénes “avivan el conflicto”, no decirlo mantiene la narrativa en la ambigüedad y diluye la posibilidad de asumir responsabilidades concretas.
“Todos deben tener voz y voto en el Consejo Universitario”
Durante su campaña, la rectora prometió avanzar hacia el voto universal en la elección de autoridades de la UAEMéx. No obstante, las primeras elecciones de directores bajo su gestión –como en Turismo y Ciencias Políticas y Sociales– se realizaron con el modelo tradicional y la decisión final recayó en el Consejo Universitario.
La reforma que permitiría implementar el voto directo permanece detenida, argumentando que no puede avanzar hasta que Rectoría sea devuelta. La pregunta es si la falta de entrega del edificio es la causa real o solo una nueva forma de aplazar un compromiso complejo de implementar.
“Hay que trabajar mucho en el tema del Potrobús”, aseguró en campaña
Uno de los compromisos más visibles durante la campaña de Patricia Zaraza fue la mejora del Potrobús. “Claro, hay que trabajar mucho en el tema del Potrobús”, aseguró entonces. Sin embargo, a casi cuatro meses de gestión, no se han incorporado nuevas rutas ni ampliado los horarios, y el servicio continúa siendo insuficiente: unidades llenas, traslados incómodos y cobertura limitada para estudiantes que provienen de municipios más alejados.
Hasta el momento, solo se ha implementado la prueba de un autobús eléctrico.
Por lo anterior, surgen las siguientes preguntas: ¿se está a la espera de mayor presupuesto? ¿Se han realizado estudios de demanda? ¿Existe un plan operativo en marcha?
La narrativa de la rectora ha girado en torno al diálogo, la transparencia y la transformación administrativa. Sin embargo, el movimiento estudiantil en la UAEMéx sigue activo, el edificio de Rectoría permanece tomado, el voto universal no se ha materializado y el transporte universitario tampoco ha mejorado, a pesar de que fue un compromiso explícito. El discurso ha sido firme; los cambios, escasos. Entre lo dicho y lo hecho, la universidad continúa en el limbo.
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