México enfrenta un nuevo repunte de sarampión. Con corte al 19 de diciembre, se confirmaron 45 casos de la enfermedad en siete estados, informó la Secretaría de Salud. Aquí te damos algunas recomendaciones para prevenirlo y los signos de alarma.
En total, el país acumula 5 860 casos confirmados de sarampión. De estos, 24 personas han fallecido a causa de complicaciones asociadas a la enfermedad, de acuerdo con cifras oficiales.
Hasta ahora, el Edomex no reporta contagios. Sin embargo, la movilidad entre estados y la baja cobertura de vacunación en algunos sectores elevan la posibilidad de transmisión.
¿Qué es el sarampión y cómo se transmite?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sarampión como una enfermedad viral altamente contagiosa, causada por un morbillivirus.
El virus se propaga a través de gotículas expulsadas al toser, estornudar o hablar, así como por contacto con superficies contaminadas.
Los síntomas aparecen entre ocho y 12 días después de la infección.
Síntomas del sarampión
Los primeros signos incluyen:
- Fiebre alta,
- Escurrimiento nasal,
- Ojos enrojecidos,
- Manchas blancas en la parte interna de las mejillas.
Días después, surge un exantema (erupción cutánea) que inicia en el rostro y cuello; se extiende al resto del cuerpo.
No existe un tratamiento específico. La mayoría de los pacientes se recupera en dos o tres semanas, aunque el riesgo de complicaciones es alto.
Prevención
La Secretaría de Salud subraya que la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir el sarampión. En México, existen dos tipos de vacunas:
Vacuna triple viral (SRP)
- Se aplica en la infancia,
- Protege contra sarampión, rubéola y paperas.
Vacuna doble viral (SR)
- Dirigida a adolescentes y personas adultas,
- Recomendada para quienes no tienen certeza de haber sido vacunados.
Grupos más vulnerables
El sarampión puede afectar a cualquier persona, pero el riesgo aumenta en:
- Niños pequeños no vacunados,
- Adolescentes y adultos sin esquema completo,
- Mujeres embarazadas.
Las complicaciones del sarampión pueden ser graves. Incluyen neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea severa e infecciones del oído. Sobre todo, en niños con desnutrición y personas inmunodeprimidas.
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