Las protestas en Kasajistán, derivadas del aumento en los precios del combustible, han dejado al menos una decena de manifestantes muertos en Almaty, la ciudad principal del país donde se realizó un operativo para restablecer el orden.
De acuerdo con la agencia Reuters, el gobierno ruso envió paracaidistas a dicha república exsoviética para «sofocar la revuelta», en la que fueron incendiadas una residencia presidencial, así como la oficina del alcalde.
También reporta que la tarde de este jueves, los militares tomaron el control del aeropuerto de la ciudad y que en las calles había autos quemados. En la plaza principal de Almathy se encontraban vehículos blindados; además, ingresaron soldados que dispararon mientras se acercaban a la multitud.
El servicio de internet se suspendió en todo el país.
La BBC informa que en medio de las manifestaciones, Kasim-Yomart Tokaev, presidente de Kazajistán, destituyó a su gabinete y lo responsabilizó de permitir los disturbios. Asimismo, este jueves bajó el precio del combustible.
La intervención de Rusia en Kasajistán
El gobierno ruso anunció que consultaría con Kasajistán y sus aliados las estrategias de apoyo a Kasajistán. También expresó que las manifestaciones como un «intento inspirado en el extranjero de socavar la seguridad del país por la fuerza«.