Un bebé de aproximadamente tres meses de edad fue hallado en la basura del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla; cuando los internos realizaban el proceso de reciclaje. Su muerte fue debido a asfixia mecánica por sofocación, de acuerdo con fuentes ministeriales.
El infante fue asesinado; sin embargo no se ha determinado cómo se ingresó el cadáver o si el crimen fue perpetuado dentro del penal.
Ante este hecho, la Comisión de Derechos Humanos de Puebla inició un expediente de queja; «se trata tanto de la perdida de la vida de un bebé, así como la forma inapropiada en que su cuerpo fue hallado en un contenedor de basura en las instalaciones del CERESO de Puebla, por lo que se realizarán todas aquellas diligencias dentro de su competencia, tanto como para ubicar a familiares de dicho menor y estar en posibilidades de brindar acompañamiento y servicios correspondientes, así como acreditar, en su caso, la responsabilidad en que hubieren incurrido las y los servidores públicos que tuvieron intervención en los hechos[…]«
De acuerdo con medios locales el bebé habría ingresado ya sin vida entre la basura del Cereso; pues en la bolsa donde fue encontrado presentaba un documento de un hospital y cal.
El grupo «Reinserta» enfocado en la reinserción social y dignificación de los centros penitenciarios, se pronunció al respecto con un comunicado titulado Bebé asesinado al interior del penal en Puebla es producto de la corrupción y autogobierno.
«Las autoridades se ven totalmente rebasadas y son cómplices de los actos de corrupción que se viven al interior del penal», afirma la organización. Además afirmaron que se permite el ingreso de sexoservidoras, manufactura de droga y peleas de perros para apuestas.
Con información de Sin Embargo