Durante el Conversatorio AD, se discutió el papel del Órgano Interno de Control en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), con Victorino Barrios, Contralor de la institución, como invitado principal. El diálogo proporcionó una visión detallada de cómo opera este órgano y su importancia para la transparencia y la rendición de cuentas en la universidad.
Barrios destacó que el Órgano Interno de Control actúa como un contrapeso dentro de la universidad, asegurando la integridad en el uso de los recursos financieros y operando independientemente de la estructura orgánica de la institución.
Por otra parte, señaló que su designación por el Congreso del Estado de México lo diferencia de los contralores anteriores, quienes eran nombrados por el rector en turno.
Sistema Estatal Anticorrupción
En relación con la supervisión del Contralor, Barrios explicó que el Sistema Estatal Anticorrupción y el Congreso tienen la facultad de auditar su trabajo, pero hasta el momento solo le han solicitado informes sobre sus actividades. Destacó la importancia de la transparencia en su labor y mencionó que propuso informes regulares cada cuatro meses y uno anual, los cuales están disponibles para revisión pública sin modificaciones en la página de transparencia de la universidad.
«Incluso nosotros fuimos quienes sugerimos entregar un informe cada cuatro meses y un informe anual. Cualquiera lo puede revisar porque, además, no permito que le modifiquen ni una coma de los informes que estén en la página de transparencia de la universidad, así suena autoritario. Todo lo que esté en el órgano de control, ahí ustedes pueden revisar.
Dice «órgano interno de control», lo que ahí digo yo me hago cargo, y pues lo exponemos así para que cualquiera pregunte, cualquiera pida lo que considere. Destacó que ha recibido más solicitudes de información que no sé cuántas otras personas, pero no de servidores públicos. Fue uno de los primeros asuntos: la universidad tenía doctores en derecho que se negaban a reconocerse como servidores públicos, hasta que les ganamos los amparos».
Nombramiento por el Congreso
La conversación también abordó los desafíos legales enfrentados por el Contralor, incluida una controversia sobre su nombramiento por el Congreso y la definición de los servidores públicos en la universidad. Barrios explicó que algunos individuos impugnaron su nombramiento argumentando que no era un servidor público, pero estos recursos no prosperaron.
Sin embargo, subrayó la necesidad de reformar la ley para clarificar esta cuestión y fortalecer la supervisión de los recursos propios de la universidad, que ascienden a 920 millones de pesos y no han variado desde su llegada al cargo.
Además, Barrios reveló detalles sobre los recursos financieros destinados al funcionamiento del Órgano Interno de Control, señalando que el costo anual de operación es de aproximadamente 17 millones de pesos, lo que representa menos del 1% del presupuesto total de la universidad.
También explicó los desafíos logísticos que enfrenta su equipo, como la falta de recursos para gasolina y suministros, y la necesidad de reformar la ley para otorgar al Órgano Interno de Control una mayor capacidad de supervisión sobre los recursos propios de la universidad.