En el centro de Metepec, las agujas de Ana Belém, más conocida como Ramé dibujan trazos diminutos con historias enormes sobre la piel de quienes confían en ella. Su arte se distingue por los detalles, tatuajes pequeños, delicados y precisos que se convierten en recuerdos eternos para sus clientes.
Lo que empezó como un pasatiempo —personalizar su ropa con diminutos diseños que se volvieron virales hasta llegar a Singapur— hoy se convirtió en una carrera sólida que incluso la llevó a tatuar a los campeones del Toluca FC.



Conoce que hay detrás de cada pieza creada, así como la historia de este artista en Revista Escaparate.

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