Se muerde la lengua el diputado Jaime Cervantes cuando se atreve a promover en la Legislatura local reformas a la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de México y Municipios para que “se imponga una indemnización resarcitoria o sanción económica al responsable de daños al erario”. Como alcalde de Lerma fue terriblemente desaseado. Durante los dos periodos consecutivos le metió fuerte la mano a las arcas públicas. No se olvida cómo pagaba un salario de alta funcionaria a su esposa por ejercer el cargo honorario de presidenta del DIF. Si aprueban su propuesta, ojalá sea el primero en aplicársela y regrese, al menos un poco, de lo que se llevó.
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Mes con mes, el Poder Judicial del Estado de México gasta alrededor de un millón de pesos de los recursos del pueblo para pagar los salarios y algunos gastos menores de los empleados de su área de Comunicación Social, dedicada básicamente a cuidar la imagen del presidente del Consejo de la Judicatura y algunos magistrados y jueces consentidos. La información es pública y puede consultarse en el portal de transparencia. El viejo régimen y sus lamentables prácticas, como el culto a la personalidad del jefe con cargo al erario, allí siguen vigentes. Pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
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La próxima semana el rector de la UAEMex presenta su tercer informe de labores y con ello inicia la curva del descenso. No solo inicia el último trecho de su administración, simbólicamente es el banderazo al proceso de sucesión. Es probable que Carlos Barrera sea el último de los rectores extraídos del grupo que ha controlado a la universidad las ultimas décadas: el priismo.
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Más allá de un relevo de personas o personalidades, lo que la universidad requiere con urgencia es un cambio de paradigma educativo, dejar de producir “capital humano” o mano de obra barata para formar personas con pensamiento crítico y habilidades sociales. Es obligación del nuevo régimen impulsar un mejor modelo.
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Si en Morena piensan que tienen ganada la capital del Estado de México, se equivocan. A pesar de Raymudo, el PRI y sus aliados son competitivos y con posibilidades reales de triunfo si encuentran una buena candidata o candidato. Todo indica que Ricardo Moreno será el candidato morenista, si se confirma, en las pocas encuestas serias disponibles, se destaca que arrancará con ligera ventaja, menor a 10 puntos. En Toluca, la moneda está en aire.