Durante el Conversatorio AD, la rectora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Patricia Zarza Delgado, aseguró que cumplió el compromiso hecho en campaña de reducir su sueldo y el de su gabinete. Además, abordó temas relacionados con la precariedad salarial en la universidad, el acceso a plazas de tiempo completo y la necesidad de transparentar los procesos académicos y administrativos.
MGH: En campaña dijo que se bajarían los sueldos los integrantes del gabinete. ¿Ya sucedió?
PZ: Por supuesto que hemos hecho los ajustes. Las comisiones y compensaciones que existían en el pasado se han eliminado y estamos adecuados completamente al tabulador de la institución, con sueldos que no tienen estas nóminas confidenciales que a veces existían. Todo eso se ha eliminado en el gabinete y en todos los demás integrantes directivos de la institución.
MGH: Pero maestros también que dan horas clase y que cobraban muy poco, ¿no? Una hora clase, ¿cuánto se paga?
PZ: Pues varía. Nuestros talleristas, por ejemplo, son de los más castigados: no ganan ni 60 pesos. Ese fue un compromiso de campaña, cuando estuvimos visitando los diferentes espacios. Ya empezamos a identificar estas grandes brechas y ver cómo las reducimos. Parte de lo que dialogamos con el Gobierno Federal fue justamente esto: cómo podemos encontrar esquemas en donde haya mayor igualdad y justicia en el tema salarial de nuestra comunidad universitaria. Sí lo prometimos y lo estamos trabajando, viendo esquemas para resolverlo.
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MGH: Otra que me parece interesante, porque también está en la conversación de la academia, es el acceso a los tiempos completos. ¿Qué están pensando al respecto?
PZ: Es todo un esquema de transparencia que hemos ofrecido y en el que estamos trabajando con ética. Debe haber criterios muy claros no solo para la asignación de plazas, sino también para la apertura de concursos de oposición para las definitividades. En la medida en que tengamos estos criterios perfectamente establecidos podremos ser muy transparentes en la designación de estas plazas, concursos, recategorizaciones y otras situaciones administrativas y académicas. Todo eso debe transparentarse; no creemos que exista ninguna opacidad. La legislación vuelve a ser un instrumento muy importante.
MGH: Tú ya no dejarás de hacer lo que se hizo durante muchos rectorados, ¿qué harán? ¿Quién palomeaba estas listas?
PZ: Bajo criterios. Yo lo hice cuando fui directora: establecí criterios. Había muchas personas en posibilidad de presentar su concurso de oposición y entonces hicimos el listado. El criterio más sensato fue la antigüedad y así lo aplicamos, aprobado por los consejos académicos y de gobierno de la facultad. Todo el mundo sabía a quién le tocaba, hasta donde el presupuesto nos daba. De esa manera, con criterios muy transparentes, cualquiera que me pregunte por qué a él y no a ella, la respuesta es porque cumple con este requisito que era parte de los criterios establecidos. Nuevamente, en un ejercicio participativo.
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