En un hecho histórico impulsado por la presión estudiantil, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) aprobó el 4 de julio una reforma sin precedentes a su Estatuto Universitario: derogó el artículo que permitía castigar la protesta y transformó por completo el modelo para elegir a la persona titular de la Rectoría. La decisión del Consejo Universitario marca un antes y un después en la vida institucional de la UAEMéx y abre paso a un nuevo ciclo democrático en la universidad.
¿Por qué se derogó el artículo 43?
El artículo 43 del Estatuto Universitario clasificaba como falta grave cualquier interrupción de actividades académicas, lo que incluía actos de protesta, paros o manifestaciones. El movimiento estudiantil denunció que este artículo criminalizaba la protesta legítima y facilitaba sanciones arbitrarias.
Aunque la consulta universitaria previa mostró opiniones divididas sobre su eliminación, el Consejo Universitario optó por derogarlo. En su lugar, se mantienen los artículos 43 Bis y 44, que permiten sancionar abusos sin vulnerar el derecho a la libre expresión y organización.
¿Cómo será el nuevo modelo de votación para la Rectoría?
Con la reforma al artículo 104 Bis, se estableció un nuevo modelo de voto universal mediado. Por primera vez, estudiantes, docentes y personal administrativo participarán directamente en comités electorales internos, con una fórmula ponderada:
- Estudiantes: 2 votos
- Docentes: 1 voto
- Administrativos: 1 voto
Este modelo reconoce la mayoría numérica del sector estudiantil. La propuesta inicial —un voto por sector— fue descartada tras la consulta interna. Además, se eliminó la figura del rector en funciones como presidente de la Comisión Electoral, para garantizar mayor autonomía en el proceso.
¿Cómo se elegía al Rector o Rectora antes de esta reforma?
Previo a la reforma, el Estatuto no contemplaba el voto directo de la comunidad universitaria. El Consejo Universitario tenía la facultad exclusiva de elegir a la persona titular de la Rectoría entre los perfiles propuestos, sin participación mediante comités electorales ni ponderación por sector.
Además, el rector en funciones presidía la Comisión Electoral, lo cual generaba dudas sobre la imparcialidad del proceso, especialmente en el contexto actual de protesta y exigencia de transparencia.
¿Qué pasará con el actual proceso de elección de Rectora?
El proceso de elección se encuentra suspendido desde mayo por denuncias de irregularidades. Tras la reforma, hay tres opciones sobre la mesa:
- Extender el interinato del actual encargado del despacho, Isidro Rogel Fajardo, o designar a otro rector interino mediante el artículo 119 del Estatuto, que establece un plazo de tres meses para resolver la ausencia definitiva. Si el 14 de agosto, la elección de rectora aún sigue en pausa, el Consejo Universitario será el encargo de tomar esta decisión.
“En caso de ausencia definitiva del Rector o del Director, se estará a lo dispuesto en el artículo 33 de la Ley de la Universidad, sustanciándolo en un término no mayor de tres meses desde la declaración de ausencia definitiva. En tanto se sustancia la ausencia definitiva del Rector, el Consejo Universitario designará un encargado del despacho, de entre la terna propuesta por una tercera parte de sus integrantes”.
2. Reactivar el proceso con las nuevas reglas, es decir, adaptar el proceso ya iniciado al modelo de voto universal mediado. Lo cual indicaría que el siguiente paso serías las votaciones en los espacios académicos.
3. Anular el proceso actual y convocar una nueva elección, como exige el movimiento estudiantil.
Esta última alternativa enfrenta un obstáculo: ninguna de las cinco candidatas registradas ha manifestado su disposición a retirarse de la contienda. En comunicados, han expresado su respaldo al diálogo y respeto al movimiento, pero han evitado pronunciarse sobre la posibilidad de reiniciar el proceso.
Solo una de las seis aspirantes iniciales —Eréndira Fierro— se retiró tras denuncias de favoritismo por parte del exrector Carlos Eduardo Barrera.
Leer más en: Todas por la reforma, ninguna renuncia
¿Qué sigue para las candidatas registradas?
Las cinco candidatas activas —Laura Benhumea, María José Bernáldez, Dolores Durán, Maricruz Moreno y Patricia Zarza— reaparecerán públicamente el miércoles 9 de julio, para firmar una Carta Compromiso con la Asamblea Estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Este acto busca refrendar su respaldo al pliego petitorio estudiantil. El evento contará con la presencia de autoridades universitarias, consejeros y representantes de comisiones vinculadas al proceso de diálogo y seguimiento.
¿Qué cambios exigen todavía las y los estudiantes?
El movimiento estudiantil mantiene la exigencia de anular el proceso electoral actual, así como la renuncia de funcionarias señaladas por encubrimiento o conflicto de interés. También insisten en el reconocimiento formal del Enjambre Estudiantil Universitario como actor representativo en los procesos de reforma.
El pliego petitorio exige garantías para la protesta, democratización efectiva, y una universidad libre de violencia, corrupción y simulación.
Recuadro de contexto: origen del conflicto
El paro universitario inició el 30 de abril de 2025, en la Facultad de Humanidades, tras la filtración de un video en el que presuntamente se escucha al entonces rector, Carlos Eduardo Barrera Díaz estar de lado de una candidata.
Este hecho detonó una movilización estudiantil masiva que exigió:
- Cancelar la elección en curso
- Reformar el Estatuto Universitario
- Eliminar artículos punitivos
- Garantizar un proceso transparente e incluyente
- Exigir responsabilidades a autoridades implicadas
¿Qué puede hacer la comunidad universitaria ahora?
Participar activamente en los foros, comités y espacios de diálogo convocados para implementar la reforma. El nuevo modelo exige vigilancia ciudadana, propuestas y presencia activa de todos los sectores para consolidar una universidad más democrática.
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