Que alguien por favor despierte al delegado del Instituto Nacional de Migración, que lo saque urgentemente de su hibernación, porque mientras Jorge García Robles retoza la siesta en sus oficinas en Toluca, afuera hay problemas de dimensiones internacionales con la extranjería. La capital del estado y alrededores se han llenado de centroamericanos que mendigan en las calles y don Jorge, bien gracias, brilla por su ausencia. A ver cómo le va con el paso de la caravana hondureña.
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En el PRI parece que no sólo han perdido el rumbo, también el juicio. Ahora resulta que si pierdes las votaciones para gobernador y la elección al senado no amerita que te corran, sino que te reinstalen con fanfarrias en la dirigencia estatal. Alejandra del Moral sin duda es una dama, pero sus resultados son patéticos. Eso no es todo, Ernesto Nemer dirigió al PRI Estado de México en el peor desempeño electoral de su historia, perdió lo que nunca antes alguien había perdido, aún así lo premian con una diputación plurinominal, la coordinación de la bancada mexiquense y la secretaría Técnica del Consejo Político Nacional. El mundo al revés… por eso les va como les va. Acudiendo al clásico: “no entienden que no entienden”.
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Todavía no es enero y a quien dicen que ya se le subió feo es a la alcaldesa electa de Metepec: Gabriela Gamboa. Empresarios del municipio que le ayudaron en la campaña lamentan que los desplantes de soberbia hayan llegado antes que la toma de protesta. Andan tan molestos con su actitud, que en la mohína se les escapan criticas sobre el estilo de vida de la futura presidenta municipal, de quien dicen tiene una debilidad por las bebidas espirituosas -¿será?- que podrían generarle problemas serios a ella, a su partido MORENA y hasta el presidente López Obrador, a quien sus adversarios le buscan por todos lados. Allí está para recordar el caso César Yáñez y su boda en Hola. Humanos, demasiado humanos.
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El pillaje en la secretaria de Salud durante el sexenio anterior fue morboso. Las transas quedaron a flor de piel, no hay que rascarle mucho para encontrar evidencias del saqueo. Un solo contrato ejemplifica cómo se robaron sin ningún remordimiento el dinero destinado para la atención médica de niños, mujeres y ancianos. Una empresa de reciente creación, propiedad de un par de jóvenes de la comunidad judía, cobró al menos 15 millones de pesos por la venta a sobreprecios de botiquines para primeros auxilios que nunca nadie vio en ningún lugar. Así como ese caso, cientos de irregularidades demostrables. Veremos si queda impune.
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El que no hace ruido, a pesar de que sus responsabilidades son como cuidar al tigre en la carnicería, es el muy discreto secretario de Justicia y Derechos Humanos, Rodrigo Espeleta Aladro, quien tal vez no hable no porque no quiera, sino porque los sustos y aprietos en que lo ponen le quitan el habla. Como abogado del gobierno le han pegado fuerte en no escasas ocasiones, aunque poco se ha sabido de las dolorosas y caras derrotas en recientes litigios. Si alguien pensó algún día que sería la que él ocupa la posición mas tranquila y cómoda del gabinete, se equivocó rotundamente. Espeleta ya no ve lo duro, sino lo tupido. Fue un verdadero abuso de sus compañeros llamarle con sarcasmo “el secretario becario”.