No hay sindicato más grande y fuerte en territorio estatal que el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México. Con más de 100 mil afiliados, y muchos recursos económicos a su disposición, el SMSEM es pieza clave del establishment que sostiene al régimen y hasta no hace mucho eficaz brazo de la operación electoral priista. Por eso causa extrañeza, podría decirse que hasta asombro el alejamiento, fortuito o planeado, con el gobierno actual y la dirigencia priista. El nuevo secretario general, José Manuel Uribe, ejerce uno de esos liderazgos carismáticos que generalmente provocan cambios, no hay que perderlo de vista.
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Hablando de sindicatos, llamó la atención la asistencia de la ex candidata de Morena a gobernadora, Delfina Gómez y de su ex coordinador general de campaña –y actual subsecretario de Empleo– Horacio Duarte, a la celebración del aniversario 41 de la CTC que controla la muy priista familia Domínguez de Zumpango, de la que por cierto forma parte el secretario de Gobierno, Raúl Domínguez Rex. Fue una reunión un tanto atípica, podría calificarse por algunos hasta de bizarra, una fiesta entre personajes que se dicen muy diferentes, hasta antagónicos. No hay duda que el poder matiza, más cuando desea seguir ascendiendo.
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A propósito del subsecretario Domínguez Rex, las formas con que dirige la oficina a su cargo no tienen muy contentos a los trabajadores quienes se quejan de maltrato laboral y lamentan lo desplantes que dicen tiene el funcionario al pagar con recursos públicos a un cocinero personal, un asistente, secretaria, chofer y guardaespaldas. Se comporta como un príncipe –acusan– no como un servidor público. ¿Será?
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En el ultimo semestre del año, la dirigencia estatal del PRI tendrá que renovarse, así lo ordenan sus estatutos. Por eso llaman la atención las observaciones que en diversos sectores de la clase política se hacen sobre la supuesta actitud de disputa del control de ese partido que ha asumido el ex gobernador Arturo Montiel, de quien dicen tiene sus propios planes, que no necesariamente son los mismos del gobernador del Mazo. Montiel tendría un acuerdo político con el ex presidente Salinas de Gortari para controlar primero la dirigencia nacional y, después, la mexiquense. Cuando el río suena, es que agua lleva.
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Parecería que los diputados locales mienten con verdad, cuando dicen que algún día van a llamar a comparecer al hombre que controla el enorme negocio de la seguridad privada a través de una empresa de participación pública como es CUSAEM. Si quisieran hacerlo lo harían ya. Hay muchas que tendría que explicar José Manuel Álvarez, sobre todo el reporte de ingresos y egresos, que se calcula podrían superar los 3 mil millones de pesos anuales y que nadie sabe a dónde van a parar.
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