El presupuesto de Egresos del gobierno del Estado de México para el ejercicio fiscal 2020 que pronto será presentado a la Legislatura para su análisis y probable aprobación, rondará en la aturdidora cantidad de 300 mil millones de pesos, la cifra más alta en toda la historia. Mucho, muchísimo dinero para la entidad más poblada del país, con la mayor cantidad de gente pobre y con una demanda creciente de servicios públicos.
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Muy discreto, casi a hurtadillas, en pleno proceso de reforma de la ley del ISSEMyM, fue reelecto en la Secretaría General del Sindicato Único de los Poderes, Municipios e Instituciones Descentralizadas del Estado de México (SUTEYM), Herminio Cahue Calderón. Pocos son los trabajadores del gobierno que hoy, una semana después, están enterados de que su líder sindical se quedará, les guste o no, hasta el 2023 en el cargo.
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Y mientras el líder del SUTEYM ríe, el del SMSEM llora. El litigio legal promovido por la profesora María de Carmen García Zárate ha colocado en situación muy complicada al secretario general, José Manuel Uribe, y todo su comité, con altas probabilidades de que tengan que abandonar la dirigencia del sindicato más grande y fuerte del Estado de México: el de maestros. La justicia federal ha resuelto vía amparo que sí hubo irregularidades en la elección y por tanto tendría que reponerse el proceso. El asunto es muy delicado.
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Por estatutos, el PRI deberá elegir este mismo mes un nuevo Comité Directivo Estatal y, en su calidad de máximo líder en la entidad, la opinión del gobernador Alfredo Del Mazo será definitiva. Lo que se habla en los mentideros políticos es: a) Alejandra del Moral podría quedarse, pero ha perdido apoyos. b) Arturo Montiel y Eruviel Ávila impulsan a Arturo Osornio. c) Juan Pedro García tiene el apoyo de los jóvenes que rodean al gobernador. d) Miguel Torres, de los hombres del gobernador, es el de perfil político más alto y él se sienta con todos, pero donde está es muy útil. e) Martha Hilda tiene mucha experiencia, pero ya no la energía que se requiere. f) Elías Rescala quiere y puede, pero es una pieza clave en la Secretaría General de Gobierno. Sea quien sea, la cúpula priísta podrá ponerse de acuerdo, son maestros en ello.
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Los intereses económicos y políticos alrededor de Juan Rodolfo son los mismos del peñismo. El alcalde de Toluca no forma parte de la 4T, no milita en MORENA ni responde al código de conducta del presidente López Obrador. Quienes le ayudaron a ser alcalde la primera vez y le financiaron parte de su campaña en esta segunda, son los mismos que creen que pueden sentarlo en la gubernatura en 2023. Juan es una pequeña reencarnación de Enrique. Al menos así lo ven y así quiere verse.