Juan Rodolfo se comporta como cualquier vulgar ambicioso que ve en el poder la oportunidad para servirse. Su gobierno es decepcionante y sus promesas un embuste. No ha mejorado uno solo de los indicadores. Se creía mejor que Fernando Zamora, pero resultó peor, rodeado, conducido, por ineptos y corruptos. Es un charlatán capaz de usar una fotografía con el secretario de Finanzas, Rodrigo Jarque, para hacerse pasar como un alcalde aprobado en el manejo de los recursos públicos, nada más falso. Su pasión por el dinero le perdió. A Toluca le esperan tiempos difíciles con el cristero hedonista.
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Al alcalde del Valle de Chalco mandaron matarlo. Quien le disparó en la cabeza podrá ser un niño, pero también un sicario de sangre fría. Un asesino a sueldo que tenía bien planeado el atentado y la fuga. Hay versiones que días antes tuvo un altercado por razones políticas y recibió amenazas. Otro adolescente le confesó al propio Francisco Tenorio que lo habían contratado para matarlo. El sabía muy bien quien quería quitarlo del camino. La zona que gobierna es territorio narco, el Cartel de Tláhuac es el poder fáctico que todo controla. El fiscal Alejandro Gómez tiene ante sí un verdadero caso que tendrá que resolver sin dejar una sola duda, si no puede tendría que irse.
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En diciembre próximo habrá cambio de mesa directiva en el Colegio de Abogados del Estado de México, Roberto Alpizar entregará la presidencia y el proceso para sucederle ha iniciado. Tres aspirantes cabildean apoyos: Erick Garay, Rafael Lucha Soto y Enrique Lazaga Yamín, este último parece que es quien más simpatías concita. El Colegio no es ni sombra de lo que fue en los tiempos anteriores a que la tecnocracia neoliberal tomara el control del poder, los economistas desplazaron a los especialistas en Derecho. Aún así, esa asociación de profesionales mantiene cierta influencia.
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Es muy probable que de la generación 2010 salga la nueva cabeza del Poder Judicial. Basta leer la lista de los 15 magistrados nombrados en junio de ese año, el penúltimo del gobierno del Enrique Peña, para notar que los nombres de los 7 aspirantes abiertos allí están. No hay coincidencias.
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Rodrigo Jiménez Salomón no es judío, tampoco especialista en medios de comunicación. Su currículo lo delata: “Se tituló de licenciado en Derecho por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM); cuenta con estudios en Gobierno y Gestión Local por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en Técnicas de Negociación, Juicios Orales y Derecho Constitucional Comparado por el ITAM. Es especialista en el diseño, evaluación e implementación de políticas públicas, con énfasis en infraestructura de comunicaciones y transportes, telecomunicaciones, desarrollo económico, seguridad y procuración de justicia”. De radio y televisión sabe los mismo que de astrofísica… ¡nada!
Su mayor mérito para estar donde está -que en estos tiempos quizá haya dejado de serlo- es haber sido coordinador de asesores de Gerardo Ruiz Esparza en la SCT. Es buen muchacho, sin duda, pero donde está causa más estropicios que beneficios.