Se dice que…

El dinero público mal gastado y robado durante los tres gobiernos anteriores, alcanzaría para acabar con la pobreza en el Estado de México, pagar la deuda pública y todavía sobraría. Alrededor de tres billones (millones de millones) de pesos en ingresos de 1999 a 2017 que no alcanzaron para consolidar la sanidad, la educación, la […]

El dinero público mal gastado y robado durante los tres gobiernos anteriores, alcanzaría para acabar con la pobreza en el Estado de México, pagar la deuda pública y todavía sobraría. Alrededor de tres billones (millones de millones) de pesos en ingresos de 1999 a 2017 que no alcanzaron para consolidar la sanidad, la educación, la seguridad ni la infraestructura pública. La causa del atraso actual que padecemos no ha sido la falta de dinero, sino de capacidad y honestidad de los gobernantes.

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El desempeño económico del Estado de México durante el primer semestre ha sido el peor de los últimos 6 años, el PIB estatal bajó 2.1 por ciento. Esa sí es una verdadera mala noticia que debería estar en la agenda de la discusión pública. Traducida en dinero, esa caída equivaldría a más o menos 40 mil millones de pesos. El secretario de Desarrollo Económico tendría que dar las explicaciones y presentar la estrategia para la recuperación. Todos embobados en chismerío políticos cuando el tema de temas debería ser, parafraseando a Clinton en aquella campaña contra Bush padre, “es la economía, estúpidos”.

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Cercanos a Gerardo Ruiz Esparza, pocos como José Antonio Rodarte Leal, quizá entre todos el de mayor confianza. Su amigo, poseedor de los secretos inconfesables. Si alguien sabe al detalle de todo lo que hizo en la Secretaría de Comunicaciones durante el sexenio pasado, fue precisamente él a quien su jefe encomendaba los temas que requerían mayor sigilo. Quizá por eso, frente a la inexorable caída de Ruiz Esparza, Rodarte también se puso en fuga. Terminado el gobierno peñista no regresó al Estado de México, se fue a vivir a la mansión que construyó en San Pedro Garza García y abrió varios negocios, que ahora están a la deriva, porque literal desapareció. Las cosas están muy complicadas, lo intuye, su Gerardo va a la cárcel lo llevará con él.

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Ulises Ramírez Núñez prepara su retorno a la arena política local. Parece que ha dado por concluido su periodo de guardar y en 2020 retomará su activismo en el ánimo de influir en las decisiones del PAN para la elección de 2021. El polémico personaje al que se le  ha acusado de corrupto y colaboracionista, no volverá solo, los hombres de su primer círculo le acompañarán con tareas específicas, la principal, disputar el control al grupo que hoy domina en Acción Nacional en el Estado de México.

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El boquete financiero en el sector salud que dejó la administración anterior es de 9 mil 600 millones de pesos, todo está contabilizado y documentado, pero inexplicablemente no se actúa contra los responsables, parece que han decidido apostar al olvido, como si quienes sugieren ese punto final fueran los dueños del dinero público malversado. Es entendible que desde la lógica de los priístas en el poder estén algunos por el encubrimiento, pero es incomprensible e injustificable de la oposición, MORENA particularmente que con la mayoría en la Legislatura tiene las herramientas a su alcance para que no haya impunidad. Veremos si continúan haciéndose de la vista gorda.