Lo que nos faltaba. Toluca y Metepec se han consolidado como paraíso de organizaciones criminales dedicadas al lavado de dinero, particularmente de las llamadas “factureras”. Una fuerza de trabajo integrada por la Unidad de Inteligencia Financiera, el Sistema de Administración Tributaria, el Centro de Inteligencia Nacional y la Fiscalía General de Justicia, desarrollan una investigación desde hace más de 6 meses que ya llevado a la detención de al menos 9 personas y el congelamiento de cuentas bancarias con movimientos por miles de millones de pesos.
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Por eso, no resultó novedoso que, en el expediente abierto contra el presidente del Cruz Azul, Billy Álvarez, aparecieran un sinfín de facturas por millones de pesos de empresas fantasmas con domicilio en Metepec y Toluca. No es el único, ni el mas grande, caso. Las autoridades calculan que las “factureras” instaladas en Toluca y Metepec han lavado miles de millones de pesos durante los últimos años.
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El estado de emergencia generado por la pandemia ha llevado a que el sistema judicial mexiquense padezca una parálisis sin precedente. Nadie recuerda que antes haya sucedido algo parecido. Grave, gravísimo para la administración de justicia en un estado donde cada año cometen cientos de miles de crímenes y muchos quedan en la impunidad. Los integrantes del Tribunal Superior de Justicia tienen ante sí un enorme desafío que han tardado en enfrentar y proponer soluciones prácticas y prontas.
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Los ciclos en la política se repiten incesantemente… hasta que colapsan. Reformada la ley, la temporada reeleccionista y de chapulines esta en pleno. De los 125 acaldes, por lo menos la mitad intentará quedarse 3 años mas en cargo. De los 75 diputados locales, son manifiestos los deseos de 47 buscan permanecer en la representación popular, ya sea permaneciendo un periodo mas en el Poder Legislativo – estatal o federal-, o brincando a una alcaldía. El ánimo de los 64 diputados federales es igualito. Todos quiere mas, pero realmente pocos lo merecen. La insoportable levedad del ser.
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A los muchos problemas que tienen el estado y el gobernador, hay que sumarles los que la temporada de lluvias traerán, como cada año. Las inundaciones serán inevitables, con la agravante de que ahora serán con la epidemia de Covid en la mayor etapa de contagio. No salimos de una cuando estamos por entrar en otra. Que complicado.