En los usos y costumbres de la alta burocracia enviar obsequios con cargo al presupuesto era parte de la celebración navideña. Arcones, vinos, corbatas, etc, solían enviar desde los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial a todo aquel que consideraban “importante”, entre ellos los propios periodistas. En estas fiestas decembrinas ha quedado prohibida esa falsa generosidad. Que así sea, quien desde el servicio público quiera regalar algo, que lo haga con su dinero.
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El presidente López Obrador está perfectamente enterado de los horrores y errores de los engendros municipales que parió MORENA. No le sorprende, conoce bien la caradura moral del grupo con quién tuvo que aliarse para ganar la presidencia, ese fue el precio del acuerdo, pero ya nada les debe. La purificación será en el 2021, aquellos que hoy arrogantes y soberbios se sienten invencibles, en un par de años serán las plañideras que arrastran la cobija.
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No todos son iguales. En MORENA hay de todo: malos, regulares y buenos, quizá de estos últimos menos de lo deseable, apenas una digna minoría que se esfuerza por salvar al movimiento y la 4T en rescatables gobiernos municipales y un puñado de diputados. La derecha de ex panistas y algunos mentecatos del GAP se afanan todos los días en contradecir al Presidente, son las antípodas del Movimiento de Regeneración Nacional.
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En el primer trimestre del siguiente año se realizará el segundo corte en el primer equipo del gobernador Del Mazo, quizá entre la última semana de febrero y la primera de marzo. Se irán al menos un par más de secretarios, porque termina su ciclo o porque irán al trabajo político electoral de tiempo completo. Se irán varios.
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El Partido Verde terminará por convertiste en el “nuevo PRI”, reducto de personajes del viejo régimen que buscarán desde allí un espacio, básicamente vía representación proporcional, para tener la posibilidad de seguir en activo. Algunos apestados allí se matricularán. El joven Pepe Couttolenc está encantado con su papel de hostess. Qué cosa.