Nadie aspira a lo que no conoce. Ginebra, Suiza, fijó su salario mínimo mensual en 3 mil 700 euros, 93 mil 758 pesos al tipo de cambio actual. Ninguno de los 5 millones y medio de asalariados que se calcula oficialmente hay en el Estado de México, ni por asomo, gana eso. Alrededor de un millón de nuestros trabajadores cobra menos de 3 mil 700 pesos mensuales; 3 millones 200 mil tienen ingresos inferiores a 8 mil pesos mensuales; 2 millones menos de 15 mil pesos; solo 170 mil personas cobran entre 30 y 40 mil pesos y apenas 15 mil más de 40 mil pesos. La diferencia está en la distribución de la riqueza. Ese es nuestro mayor problema, de allí se deriva todo.
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Aunque se escucha muy bien, podría decirse que es una buena causa, no hay condiciones legales, ni de voluntad política en los poderes Ejecutivo y Legislativo del Estado de México para recuperar el Viaducto Bicentenario cancelándole la concesión a la Aleatica, derivación de la española OHL que, efectivamente, hizo negocios corruptos extremadamente abusivos durante el peñismo y el eruvielismo. Lamentable sí, pero así es.
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La ultima gran reforma a la Constitución local la promovió y logró en 1995 el entonces gobernador Emilio Chuayffet, César Camacho era su secretario General de Gobierno. Las normas de convivencia se actualizaron en un ejercicio mas autocrático que democrático. Hoy, 25 años después, el senador Higinio Martínez, asumiéndose en los hechos como el factótum mexiquense, promueve, desde arriba, desde la élite, una Reforma de Estado, más cercano también a un desplante autoritario que a un ejercicio de democracia participativa. Ya de suyo es lamentable, pero todavía peor el silencio de todos. Es una pena.
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Para que la cuña apriete, del mismo palo ha de ser. Mauricio Valdés todavía el año pasado militaba en el PRI y contribuía orgánicamente a la administración pública estatal. De pronto, renunció al IAPEM sin mediar explicación suficiente, simplemente se fue y también salió del PRI para irse de asesor del senador de MORENA, su paisano texcocano, Higinio Martínez. Mauricio es un hombre estructurado, de luces intelectuales. La legislatura lo ha puesto al frente de los análisis y propuesta de la nueva Constitución. La tentación secesionista, que alguna vez sedujo a Mauricio, ojalá esté superada.
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La apuesta de Alfredo Del Mazo con la incorporación de Ernesto Nemer como secretario General de Gobierno, parece obvio, es la de mejorar la interlocución política con la oposición, particularmente con MORENA y PAN. Son tiempos para los acuerdos políticos de forma y fondo, de los gobiernos de empezar a construir gobiernos de coalición, Nemer sabe bien de eso, el encabezó aquí la reforma a la ley en la materia.