Se Dice Que…

Se equivocan quienes piensan que el peñismo, como grupo de interés, está acabado. En el Estado de México sigue activo y con mucho poder.

El transporte en Toluca es controlado desde hace décadas por una treintena de empresas que operan alrededor de 4 mil unidades en casi 300 rutas. Es un buen negocio muy mal administrado y pésimamente regulado. En 1970 la tarifa equivalía a 3 por ciento de salario mínimo, para 1980 había aumentado a 6 por ciento, en 1990 se disparó 10 por ciento y así prácticamente hasta hoy. Está demostrado que subirle el coste al usuario solo le castiga y no ha sido la solución para mejorar el servicio. De la indolencia a resiliencia social.

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El magistrado Vicente Guadarrama fue, sin duda, un animador del proceso de renovación en la presidencia del Poder Judicial. Disruptivo, atrajo la atención de los medios de comunicación con una especie de campaña electoral. Obviamente a sus compañeros magistrados no cayó bien su forma de actuar, tanto que nadie votó por él. Se especuló que ciertos personajes de MORENA estaban detrás de él, nadie pudo probarlo y solo quedó en eso, en una especulación. No podrá volver a intentarlo, lo tiempos no le dan, fue designado para un periodo de 15 años que concluyen en 2025 justo cuando haya otra vez elecciones.

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Se equivocan quienes piensan que el peñismo, como grupo de interés, está acabado. En el Estado de México sigue activo y con mucho poder. Su influencia es notoria en ciertas áreas del poder público, en organizaciones políticas y, por supuesto, en el sector empresarial. Sí, el peñismo sigue siendo un factor de poder. 

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De acuerdo con los indicadores de calidad de vida, el mejor lugar para vivir en el Estado de México es Huixquilucan, no Texcoco, menos Atlacomulco. El municipio que hoy gobierna el panista Enrique Vagas deja muy atrás a esos santuarios de la clase política como son Texcoco para la izquierda morenista o Atlacomulco para los priístas. 

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Recaudación es la palabra clave de este año en la secretaría de Finanzas. Rodrigo Jarque entiende que nada cambiara sustantivamente en tanto no fortalezca los ingresos internos, en una cuestión no solo económica, sino de soberanía. 7 de cada 10 pesos del presupuesto provienen de los recursos federales, tal dependencia debe empezar a modificarse.