Cada quien se coloca en el lugar que le acomoda. Muy penoso que habiendo cosas tan importante por atender, el gobernador ocupe su tiempo y esfuerzo en un lío como el que se ha generado a propósito de la cancelación o no del festival metalero en Texcoco “Hell and Heaven”. Ese, cuando mucho sería un expediente para ser resuelto por el director de gobernación, no por el jefe del Ejecutivo del Estado de México.
*
Por cierto ese asunto tiene muchos puntos negros. Hasta ahora los argumentos del gobierno del estado para oponerse al festival roquero en Texcoco, municipio gobernado por la izquierda PT-MC, son nebulosos y poco convincentes. No ha dicho cuales son específicamente los riesgos a la seguridad de que habla y si pueden ser solventados antes de la fecha del concierto. Da la impresión de que hay gato encerrado y que todo tiene que ver con política y negocios.
*
Si esa es la lógica del gobierno para oponerse a un festival masivo, tendría que hacer lo mismo con el festival de música electrónica anunciado para el 14 y 15 de marzo en el auditorio Pegazo de Toluca. El Electric Planet Music Festival se espera una asistencia de 50 mil personas por día, al Hell and Heaven” de Texcoco, se calculaban 80 mil. Eruviel tendrá que medir a ambos con la misma vara, no vaya a ser que ahora lo acusen de clasista, toda la furia contra la banda metalera y todo el apoyo para los niños bien del punchis-punchis.
*
El magnicidio del gobernador Alfredo Zárate Albarrán a manos del presidente de la Legislatura local, del cual este sábado se cumplen 72 años de ocurrido, representó no sólo el fin de era política del Gomismo, sino el nacimiento de la leyenda y entronización del llamado Grupo Atlacomulco con el ascenso de Isidro Fabela. El discurso oficial ha intentado infructuosamente borrar ese negro capitulo de la historia local. En ese capitulo están muchas de las explicaciones de lo que hoy sucede.