Las cosas en el estado van de mal en peor, como diría la sabiduría popular, están del cocol y cada día se ponen mas feas. A las malas noticias que deprimen a todos, menos a los privilegiados en el gobierno, se agrega la novedad cortesía del INEGI de que la entidad se ha ubicado en el deshonroso tercer lugar nacional con mas población sin trabajo, una tasa de desempleo de 5.9 por ciento. En el imaginario oficialista seguro será otro problema “atípico”, “aislado” y “temporal”.
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En lugar de andar declarando babosadas, lo que tendría que hacer el ocioso secretario del Trabajo, Javier García Bejos, es explicarle a su jefe el gobernador y a los contribuyentes que pagan su salario, porque diablos el desempleo sigue crece que crece y como y cuando piensa empezar a hacer algo. García Bejos hasta ahora dedica buena parte de su tiempo a inaugurar ferias y tomarse la foto, como si eso abriera mas fuentes de trabajo.
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Son más de medio millón de personas que sin posibilidades de encontrar un trabajo digno y bien pagado. Literalmente están en la calle. Mucho de ellos tienen como única alternativa delinquir para que lleven el pan a casa. Es una verdadera tragedia de la que muy pocos hablan.
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Uno de los tantos homicidios registrados recientemente llama la atención sobre los demás, se trata del asesinato de Araceli Gutiérrez Reyes. Muy cercana políticamente a Eruviel Avila, tanto que fue su suplente como diputado y le dejo el cargo cuando se fue como candidato a alcalde. Araceli fue acribillada cuando salía de sus oficinas en Ecatepec. El crimen está tocando a todos.
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Gerardo Ruiz Esparza, el poderoso e influyente secretario de Comunicaciones y Transportes, está convertido en una verdadera estrella tolqueña. Aunque pocos creen que Ruiz Esparza cambiaría la grandes ligas en las que anda por volver a su pueblo, no debería de darlo por descartado. Hay que seguirle la pista.