Alguien en obras públicas del ayuntamiento de Toluca se pasó de listo. La alcaldesa debería iniciar una investigación y meter a la cárcel a los bribones o ineptos, o las dos cosas, responsables de las obras de remodelación de la Alameda. No se requiere ser experto para darse cuenta de las porquerías que hicieron. Eso está costando caro a Martha Hilda, la gente la culpa en sus comentarios, debería deslindarse y poner tras las rejas a los pillos.
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Es increíble que el espacio público más popular de la capital, como es la Alameda, este por cumplir dos meses cerrada. Se ve horrible cercada con malla ciclónica. A la vista no hay obras todo está parado. Es una pena, es el principal centro de reunión dominical de miles de familias.
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Da rabia comprobar como dilapidan los recursos públicos. Las banquetas se veían muy bonitas con la cantera negra que le pusieron, desafortunadamente las baldosas ya se levantaron, las apilaron y dejaron arrumbadas. No duraron ni mes y medio. En cualquier lugar del mundo civilizado sería un escándalo.
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La política social el gobierno está desde el sexenio pasado en manos de una mujer que parece un fantasma. Es un verdadero enigma saber a qué se dedica Elizabeth Vilchis, lo que si evidente es que desde que está al frente de la secretaria de Desarrollo Social el combate contra la pobreza ha sido poco menos que un fracaso. Millones y millones de pesos pasan por su manos y se diluyen en políticas clientelares y populistas. Esta claro que es una muy poco seria idea regalar despensas, cobijas y comida. Eso no hace menos pobre al pobre.
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Elizabeth es tal ves la más cercana a Luis Videgaray, sus propios compañeros de gabinete no tienen empacho en reconocer que está allí por su relación con el secretario de Hacienda. De o no resultado, difícilmente Eruviel tomará la bronca de quitarla. Que se jodan lo pobres.