Se Dice Que…

Frente a la creciente ola de comentarios de que se va, Eruviel puso en marcha su estrategia de defensa. Primero recurrió a los empresarios y logró un apapacho público de la Coparmex. Después fue con los curas para lo mismo y también lo consiguió. Más adelante, hecho mano de uno de sus operadores, el presidente […]

Frente a la creciente ola de comentarios de que se va, Eruviel puso en marcha su estrategia de defensa. Primero recurrió a los empresarios y logró un apapacho público de la Coparmex. Después fue con los curas para lo mismo y también lo consiguió. Más adelante, hecho mano de uno de sus operadores, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Aarón Urbina, para obtener el espaldarazo público del poder legislativo local. Para marcar postura, eligió a un cómodo programa radiofónico. “No tiraré a toalla”, dijo. Algo ha de saber Eruviel que empieza a defenderse.

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En ese contexto se explica la fotografía de la reunión de gabinete que subió ayer en su cuenta Facebook y que acompañó del siguiente texto “Me encuentro con los miembros del gabinete estatal afinando detalles del trabajo para las próximas semanas”. Al buen entendedor, pocas palabras, parece que quiso enviar el mensaje de no pienso dejar el cargo, estoy muy ocupado.

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La mejor defensa que Eruviel puede tener, es que su gobierno haga bien las cosas, que de resultados, lo demás es grilla. El mismo, y la sarta de ineptos de que se rodeo, lo pusieron en la frágil situación en que está, nadie más. Si Eruviel quiere salvarse, este sería el momento para tirar el lastre, no esperar otra vez a que desde el DF le pongan en orden las cosas, como sucedió con la secretaría de Seguridad. Que Eruviel se vaya se ha convertido, poco a poco, en una exigencia popular, no es una conspiración política, como sus defensores pretenden argumentar. No tardará mucho para que el tema sea bandera de movimientos organizados que tomen la calle.

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La secretaria General de Gobierno, ha sido por tradición política una posición de equilibrio en la distribución del poder entre los grupos locales, muchas veces desde la óptica de los regionalismos. Así debe entenderse, mas allá de sus méritos propios, que los tiene, que Efrén Rojas sea el secretario General de Gobierno, y que sea muy complicado moverlo, más en estos tiempos de desasosiego. Efrén representa a un grupo y sus intereses, sustituirlo implicaría entrar en conflicto con ellos. José Manzur, a quien la rumorología coloca como el posible relevo, tiene otra filia, otro ADN, que no es el mismo del de Efrén. Hay cierta lógica, un toluco por otro toluco, pero no es suficiente. Si Pepe tuvo una oportunidad, las circunstancias se la arruinaron, al menos por el momento.