Pase lo que pase, los siguientes 3 años no serán muy buenos para Coacalco. Cualquiera que sea la resolución de los magistrados de la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no traerá buena noticias para los ciudadanos. Darwin Eslava o David Sánchez Isidoro son similares. Ambos ya gobernaron y lo hicieron muy mal. La sociedad está entrampada entre dos opciones fracasadas. El litigio, a punto de resolverse, es una disputa en la que solo pueden ganar las elites, nadie más.
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La transición en Tlalnepantla es ordenada y tersa. El alcalde entrante, el priista Tony Rodríguez, y el morenista saliente, Raciel Pérez, han logrado construir una relación respetuosa, podría decirse que hasta cordial. El municipio no será entregado en ruinas, como muchos otros, habrá dinero suficiente en Tesorería para pagar las nominas de arranque de año y la operación de servicios del primer trimestre. Eso no significará que habrá impunidad. Raciel y los suyos tendrán que entregar perfectas cuentas a la autoridad fiscalizadora.
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Quien sí tiene un futuro borrascoso es Patricia Durán. La alcaldesa entrante, Angélica Moya, no puede, debe, ni quiere archivar el grueso expediente con decenas de denuncias bien soportadas contra la presidenta que se va y las principales figuras de su equipo. El humor social en Naucalpan está crispado por los abusos e incompetencia de la administración que termina. Fue una lamentable decepción.
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Al diputado federal y secretario de Organización de la dirigencia nacional del PRI, Ricardo Aguilar, se le viene encima un alud de señalamientos con lo que se pretenderá colocarlo frente a la opinión pública como un corrupto. No hay denuncia formal y legal en su contra, al menos no todavía, pero arreciará una campaña en medios sobre supuestas irregularidades cometidas en su paso por SAGARPA durante el peñismo. Ya se verá qué tanto puede afectarle en su intento de ganar la candidatura a gobernador del Estado de México en 2023. Vaya golpe..