Será la próxima o el próximo gobernador del Estado de México quien por fin inaugure ––a finales de 2023–– con el presidente López Obrador el malogrado e insufrible tren Toluca-México. Podría ser, quizá, su primer gran acto de gobierno, pues en los nuevos cálculos se piensa que la puesta en marcha sería en septiembre, apenas unos días después de que el sucesor de Del Mazo tome posesión. Quién imaginaría tal desenlace en aquel ya lejano 2014.
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Cosas muy delicadas, francamente graves, se hablan sobre algunos de los grupos de apoyo que instalaron a José “El Güero”Mejía Santa Olalla en la alcaldía del calentado municipio de Sultepec, enclavado en lo que los españoles llamaron la “Provincia de la Plata”. Esa conversación la conocen bien los dirigentes del Partido Verde que le registraron como candidato, pero han optado por desdeñarla, al menos en lo público. “El Güero” es hijo de uno de los operadores de confianza del exgobernador César Camacho, al que tampoco le es ajeno lo que se habla sobre la mano detrás del sorprendente triunfo de su cachorro.
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Aunque la iniciativa no ha ingresado formalmente a la Legislatura, el acuerdo político está cocinado para que a partir del próximo año empiece a operar la Policía Metropolitana que se hará cargo de la seguridad en la zona limítrofe de los municipios del valle de México. Los alcaldes electos lograron ponerse de acuerde y ahora solo falta el tramite legal. Es muy probable que se colabore también con las delegaciones de la Ciudad de México. Indudablemente, es un buen paso en el que mucho tuvo que ver el secretario de Seguridad, Rodrigo Sigfrid Martínez-Celis Wogau.
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Lo que hicieron en Toluca verdaderamente es de cárcel. El daño es mucho más profundo de lo que se cree o se sabe públicamente. Quizá quien tenga una idea más aproximada del desastre que heredará es Raymundo Martínez. Juan Rodolfo y la runfla que saqueó al ayuntamiento deberían terminar rindiendo cuentas ante un juez, pero no solo ellos, también los integrantes del cabildo comparsa que le aprobó y tapó todas sus fechorías y dislates. ¡Rufianes!
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Aquellos que han intrigado durante meses, que pueden contarse ya por años, para alentar la remoción del secretario de Desarrollo Social, Erick Sevilla, todo hace suponer que se quedarán con las ganas. No han podido y, por lo que se ve y escucha, ni podrán al menos en los siguientes meses, sacar del gabinete al responsable formal del programa estrella del delmacismo “Tarjeta Rosa”. Erick, cerrará un año redondo, su grupo logro el combo electoral en Lerma y no hubo de que lo tumbarán del trabajo. Bien por él.