En términos generales, nuestra clase política es muy chiquita, mediocre. La crisis de talento es la misma en la izquierda que en la derecha. La orfandad de figuras que representen los intereses del pueblo nunca había sido tan notoria. Personas de dimensiones intelectuales y morales minúsculas se han hecho del poder. El desastre en las administraciones públicas es una de sus consecuencias.
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En al menos una veintena de ayuntamientos sus trabajadores no cobrarán aguinaldo, vacaciones ni quincena en diciembre. No solo es Toluca y Naucalpan, hay más y de todos los signos políticos. Es francamente indignante la falta de empatía de la élite política con decenas de miles de personas a las que flagrantemente se les violan sus derechos laborales elementales. ¿Dónde está la secretaria de Trabajo, Martha Hilda González Calderón?
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Francisco García Burgos mangoneó durante todo el trienio al pelele de Juan Rodolfo. En buena medida ese rufián es el responsable de los desastres que hizo su chiva en cristalería en Toluca. Terminado el negocio de su vida se regresará a su tierra natal, Tijuana, con lo bolsillos repletos de dinero mal habido. Lo que él se llevó, solo durante el tiempo que se acomodó al frente de la policía, alcanzaría para pagar salarios y prestaciones a todos lo trabajadores.
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Vaya papelón de los diputados del PAN. Entre sus dichos y sus hechos hay mucho trecho. Así, nada más porque pueden, dejaron tirado el presupuesto 2022 para el Estado de México y se fueron de vacaciones. Su coordinador, Enrique Vargas, muy activo en temas nacionales, pero en sus obligaciones locales no se le ve, no se le escucha. A ver qué dice sobre sus compañeros que se comportan como becarios.
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Los priistas mexiquenses de arriba reconocen, en su mayoría, al gobernador Alfredo del Mazo como su único y máximo líder. Solo muy pocos, unos cuantos, se han cargado del líder nacional Alejandro “Alito” Moreno. Bueno, eso hasta ahora, ya veremos conforme se acerquen lo tempos de la sucesión.