Se dice que…

La empresa Gabinete de Comunicación Estratégica, propiedad de Liévano Sáenz,ex secretario particular de Ernesto Zedillo y viejo conocido de la clase política del Estado de México, ha colocado a los alcaldes priístas de Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan entre los peores de todo el país. ¡Tómala!, que una de las encuestadoras favoritas del presidente Peña diga eso […]

La empresa Gabinete de Comunicación Estratégica, propiedad de Liévano Sáenz,ex secretario particular de Ernesto Zedillo y viejo conocido de la clase política del Estado de México, ha colocado a los alcaldes priístas de Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan entre los peores de todo el país. ¡Tómala!, que una de las encuestadoras favoritas del presidente Peña diga eso le debe doler a Pablo Bedolla, Pablo Basañez y David Sánchez, sobre todo de cara a la selección de candidatos a diputados para las próximas elecciones.

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Pero eso no fue todo, el negocio de Liévano también dio su raspadita a Carolina Monroy y Martha Hilda al no considerarlas ni de cerca en las lista de los mejores alcaldes del país, como ambas han difundido propagandísticamente que las consideran diversas organizaciones, la mayoría “patito”, habría que aclarar. Según el Indice de Satisfacción del Desempeño de Alcaldes (IDEAL) que elaboró GCE con el resultado de las encuestas levantadas a 400 ciudadanos por municipio, los gobiernos de Metepec y Toluca, apenas si clasificarían como de medía tabla. Bueno, ese Liévano también amargó las fiestas decembrinas a ambas señoras presidentas que aspiran a que su partido las recompense con una curul

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Es muy probable que César Camacho renuncie a la dirigencia nacional del PRI para competir como candidato del PRI a una diputación federal de mayoría por Metepec.  Sí, alguien quiere jugarle una mala broma al ex gobernador que sólo ha ganado una vez en las urnas en toda su vida, y eso cuando el PRI no tenia competencia y se coronó como alcalde de la tierra del barro y el shopping. Camacho está en alto riesgo de hacer un papelón perdiendo en su propia tierra. Muchos de sus detractores se frotan las manos para hacerle la diablura.

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El PRI se la va a jugar con candidatos jóvenes, poco o nada conocidos, en las siguientes elecciones. Carlos Iriarte ha llegado a la conclusión de que la única manera de que su partido no naufrague es con la renovación generacional sin menospreciar la experiencia de los viejos cuadros. Menores de 30 y preferentemente mujeres serán la carta fuerte apuntalando a uno que otro dinosaurio que se resiste a morir.