Parecería una bobada, pero no lo es. En política, la forma es fondo, sentenciaba con toda razón Jesús Reyes Heroles. El senador Higinio Martínez, defensor a ultranza del fallido proyecto de Texcoco, quizá precisamente por eso, no fue convocado a la entrega del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, aunque haya fingido en su cuenta de Twitter que estuvo allí. Asistieron Delfina, Horacio Duarte, Paco Vázquez y Hasta Juan Carlos Romero, pero él no.
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El próximo 19 de mayo, en la catedral de Toluca, se celebrará la ceremonia litúrgica de asunción del nuevo arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González. Más que acto religioso será un evento político con las élites. La lista de invitados es larga y la encabeza el gobernador Alfredo del Mazo. La iglesia católica representa a uno de los poderes fácticos que hay que tener en cuenta, mucho más en temporada electoral.
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Es asombroso el crecimiento político de la diputada local toluqueña Paola Jiménez. Ha crecido como pocos en la LXI Legislatura local, tanto que ha tomado un papel protagónico a pesar de su falta de experiencia. Paola es integrante de la nueva hornada priista a la que el delmacismo ha dado entrada. No hay que perderla de vista.
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Investido como líder del sindicato controlado desde el origen por su familia, Raúl Domínguez Rex, recorre el estado haciendo política. Quisiera ser incluido en la lista de aspirantes priistas a la gubernatura y hace denodado esfuerzo. Ahora, en su rol de dirigente hereditario de la CTC, se mueve, opina, propone y se fotografía. Quiere que lo vean, que le hagan caso.
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Caro le ha costado el mal carácter al joven diputado y coordinador de su bancada, Elías Rescala. Le resta puntos en la interlocución política. Empoderado como está, suele perder el control de su temperamento, ser colérico cuando no le salen las cosas como las espera. Lo mejor de Elías está por venir, debería trabajar en corregir ese defecto de mecha corta, debería recordar que la templanza es un atributo indispensable del buen líder.