David Peñaloza Sandoval es un empresario tan cercano a Enrique Peña como a Carlos Salinas de Gortari. Es uno de los hombre más ricos del mundo, su fortuna está entre las 16 mas grandes de México, su hijo David Peñaloza Alanís, desde hace un par de años está al frente de la firma, fue el único mexicano que entró a la lista de multimillonarios Forbes de este año. Promotora y Operadora de Infraestructura (PINFRA) es su mina de oro especializada en construcción y operación de autopistas que recibe en concesión de los gobiernos. En el Estado de México le ha ido de maravilla desde que nació con esa denominación (antes era TRIBASA), allá en el 2005, coincidentemente el mismo año que Peña inició mandato como gobernador, controla tres de la carreteras de paga más importantes: Peñón-Texcoco, Ecatepec-Pirámides y la Toluca Ixtapan. Los cálculos más conservadores estiman sus ingresos diarios en casi 2 millones de pesos, más de 770 millones de peso al año. Tiene también la explotación de la México-Toluca con la que triplica utilidades. Peñaloza encarna junto con algunos más, los poderes fácticos que mueven los hilos en esta entidad de la república mexicana.
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Si los negocios de la española OHL en el Estado de México son escandalosos, los de David Peñaloza están por el estilo. Desde hace décadas ha sido un privilegiado de la generosidad de la clase política local. El Estado de México fue su plataforma de relanzamiento a las grandes ligas de los negocios, aquí se hizo multimillonario otra vez luego de la quiebra de TRIBASA de su persecución y encarcelamiento por fraude de 33 millones de dólares contra NAFINSA. Peña lo rescató, lo reinventó.
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Es tan poderoso aquí que ha logrado que las concesiones de las tres autopistas que controla se prorroguen una y otra vez casi hasta a la eternidad. Tenango-Ixtapan de la Sal será suya hasta al 2016; la Ecateec-Pirámides hasta 2051; y la Peñón-Texcoco hasta 2033. Peñaloza tiene hoy 68 años, morirá y esas autopistas seguirán siendo suyas y de su descendencia.
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Pues ese hombre que aparece en lugar 853 de la lista de multimillonarios del mundo, parece que su codicia no tiene límites y ha hecho su movida para ganar todavía más dinero con la autopista a Ixtapan, sin importar que se afecte a buena parte de la población de esa zona sur del estado. Esta misma semana pondrá en funcionamiento dos casetas más intermedias en el trayecto, para evitar que los habitantes de Villa Guerrero se ahorren un peaje saliendo por pueblo nuevo. Ahora el cobro será por kilómetro, 2 pesos con 30 centavos por cada uno de los 40 que hacen el tramo, muy por encima de la media nacional de 1.25. El recorrido total seguirá costando 98 pesos, pero ahora no se dejará libre ni un centímetro.
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La gente de la zona está enojada, es una pésima autopista con mal trazo, sinuosa, con materiales de mala calidad y muy cara. En villa Guerrero se está gestando un movimiento social que el domingo próximo está convocando a una marcha. Ahora allí nadie podrá entrar ni salir si no paga, es la privatización del libre tránsito. Lo peor de todo es que en el gobierno del Estado no dice ni una palabra.