Que Delfina e Higinio resultaran los dos aspirantes de Morena más reconocidos no tiene nada de sorpresa, era obvio. Higinio tiene más de 40 años en actividad política, candidato a gobernador, diputado, senador, alcalde, presidente de partido y terminó hace unos días una campaña de promoción de 2 años. Delfina es la mujer más votada en la historia del Estado de México, quedando muy cerca de ganar la gubernatura en la elección anterior, secretaria de Estado, senadora, diputada y alcaldesa. Hubiera sido el colmo que no dominaran la encuesta. La verdadera sorpresa la dieron los políticos de nueva generación como la joven secretaria de Organización, Xóchitl Zagal, y el alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis. Horacio Duarte cumplió con la expectativa. Su fuerte está en lo cualitativo, no en lo cuantitativo.
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Cualquiera de los 6 calificados a la segunda ronda podría ganar la elección en 2023, y no por duchos. No se trata de ellos, sino del arrastre que el presidente López Obrador tiene en el Estado de México. Como alguna vez se dijo del PRI en los tiempos de Peña: “si a un perro ponen… ¡hasta él gana!”. El factor Obrador es la ventaja del morenismo. Con un candidato que comunique bien y se identifique con el pueblo, será complicado que pierdan.
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La fuerza chilanga será otra gran palanca de ayuda para Morena en el Estado de México. Su influencia en los municipios de la zona metropolitana podría resultar definitiva. En esa zona hay millones de mexiquenses que se creen chilangos. Piensan, actúan y votan como ellos. Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, con los padrones electorales más grandes, serán definitivos.
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El Partido Acción Nacional ha hecho la propuesta concreta al PRI y PRD, para que la candidatura de la alianza se resuelva como en Morena, a través de encuestas a población abierta. Su presidente, Anuar Azar, lo comentó en el Conversatorio AD del lunes anterior. Hasta ahora no ha recibido respuesta. El PAN inscribiría solamente a Enrique Vargas para que se mida con Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Omar Ortega, por lo menos. No es nada mala la idea.
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Guarden esta declaración de Mario Delgado al comentar los resultados de la primera encuesta eliminatoria del proceso interno mexiquense: “no porque alguien tenga mayor reconocimiento va a ganar necesariamente la segunda etapa de la encuesta; podemos tener alguien muy conocido con una mala reputación”. ¡Saz!