Han pasado 45 días desde que Raymundo Martínez emprendió la fuga y la Fiscalía parece no tener todavía una pista sólida para lograr su detención. Un asunto de tanta relevancia no puede ser visto, ni tratado, como cosa menor. Llevar ante la justicia al alcalde de capital para que responda por los delitos que se imputan en ejercicio del poder es histórico y abona a la construcción de una cultura de legalidad indispensable para el cambio verdadero.
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Con humildad –quizá también por no tener mejor opción–, Jorge Rescala decidió aceptar el cargo de director de Servicios Públicos en el gobierno municipal de Toluca. Es el primero de los integrantes del gabinete de Alfredo del Mazo que logra colocarse, el resto siguen en la banca o de empresarios. De la Madrid fue presidente y posteriormente aceptó descender a director del Fondo de Cultura, César Camacho pasó de gobernador del Estado de México a representante del PRI ante el IEEM y, después, a dirigir el Colegio Mexiquense. Nada de qué avergonzarse tendría Rescala.
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Juan Maccise tiene el derecho a soñar con la reelección. ¿Por qué no? Tendrá 12 meses para ganárselo. Parece poco tiempo, pero suficiente para mostrar qué es lo que puede hacer por Toluca. Resultados, eso es lo que gente quiere. Se ve muy complicado ciertamente, pero no imposible.
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Ya es el colmo. Ahora resulta que Carlos de la Peña, el personaje que ha desfilado por todos los partidos en los últimos años, ahora se presenta publicitariamente como la sangre nueva de Morena en Metepec. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
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No hay que perder de vista al magistrado Fernando Díaz Suárez. Se perfila como uno de los aspirantes a presidir el Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de México. Joven y con méritos. Hay que visibilizar su trabajo.